viernes, 3 de noviembre de 2017

Desanimada

Estoy un poco desanimada porque por más que intento hacer llegar al público en general los peligros de la ideología de género, cada vez que toco uno de esos temas me desaparecen las visitas como por ensalmo; y es que la gente no quiere saber, ni siquiera los que están más próximos a mis ideas. Prefieren vivir en su mundo ideal sin dedicarle un pensamiento de más a los millones de niños que hemos abortado ya en España o al hecho de que muchos otros estén siendo criados por parejas del mismo sexo, mientras todos los medios practican la apología de la homosexualidad.

Pero tampoco quieren pensar en que sus hijos y nietos van a ser manipulados en sus colegios para que experimenten con su sexualidad cuanto antes y pongan en duda sus preferencias sexuales, con consecuencias que ya se están viendo en otros países. Cientos de tratamientos hormonales de reasignación de sexo. Cuando queramos darnos cuenta ya será tarde. Estamos ya en crecimiento negativo de la población y este problema sólo irá a más porque se está legislando contra el matrimonio y la natalidad, y en suma contra la familia, a nivel mundial.

Mientras yo manejo tres blogs al mismo tiempo pero la mayoría de las visitas me vienen de EE.UU. o Rusia porque aquí nadie quiere darse por enterado, o porque no les están dejando enterarse. Y me pregunto hasta qué punto mis esfuerzos valen la pena.

10 comentarios:

  1. persista en su ganas de difundir
    muchas veces uno no opina por saber mucho del tema, y prefiere leer y aprender...

    saludos!

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  2. Yo hay muchas entradas que no las comento porque no pienso igual y creo que discrepar por discrepar, pues tampoco es plan...
    Pero creo que tienes que escribir de lo que te apetezca. Por suerte aún existe la libertad de expresión. Besos!!

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  3. No ocurre nada raro, simplemente esto es el reflejo de la sociedad, si en lugar de matar a mujeres, mataran a hombres el tema seria portada y tu blog se llenaría de comentarios. Un abrazo

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  4. No es sólo cuestión de comentarios sino de que ni siquiera entran a leer. Se trata de informarse. Besos.

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  5. Susana, por lo que a mí respecta, te puedo asegurar que tus escritos no caen en saco roto. Los leo con interés, porque para mí sí que lo tiene y te agradezco mucho tus aportaciones y así viene siendo desde que te "fiché".

    Te ruego sigas expresando lo que llevas dentro, a mí me interesa...

    Unos besotes, guapetona.

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  6. Los esfuerzos siempre valen la pena así que sigue insisitiendo y sembrando que siempre habrá alguien quien recoja el fruto.Besicos

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  7. Alguna vez no comento, pero siempre te leo Susana, a veces cuesta encontrar las palabras justas para no herir a nadie. Si hay algo que veo claro es que el concepto de familia está desapareciendo y prefiero no pensar el un futuro caos.
    Un abrazo.

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  8. Hola Susana, animate. A mi me pasa como a "Mi alter ego". Perdóname, pero a veces, no puedo comentarte porque me toca de forma no directa, pero si muy cercana. Tengo familia, familia muy cercana y a la que quiero muchísimo, familia que ha estado junto a mí en momentos muy duros de mi vida de forma incondicional... que son homosexuales. No han adoptado hijos, por ahora, pero no se si lo harán en un futuro. Una de esas parejas llevan veintidos años de convivencia y se casaron hace un año. La otra pareja lleva ya dieciocho años de convivencia, y uno de ellos es voluntario y colaborador directo con niños de la unidad de oncología, cruz roja, AACC, y una sociedad protectora de animales de renombre que ahora no viene al caso. Quiero decirte, que a veces, perdón, pero no puedo comentar porque dañaría a estas personas que son muy valiosos para mí.
    Eso no quita que tú tienes tu opinión y por supuesto, tu derecho a expresarlo. Tienes derecho a ello y debes hacerlo sin rendirte porque te comenten maś o menos. Por cierto, yo no hago comentarios a veces, pero siempre te leo.
    Muchos besos y ánimo :D

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    1. El caso es que las visitas sólo me dan nueve personas. Yo no tengo nada contra los homosexuales. Lo que no quiero es que se promueva entre los niños esa identidad sexual. Un beso.

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