lunes, 7 de enero de 2019

El olvido

Me pasé veinte años cuidando a mis hijos en exclusiva veinticuatro horas al día. Pero da igual porque ya no se acuerdan de nada. No se acuerdan de los días enteros metidos en casa porque estaban malos, ni de lo bien que lo pasaban los tres juntos jugando. No se acuerdan de las horas que he pasado llevándolos y  trayéndolos del colegio y las actividades extraescolares. Ni del tiempo que he pasado en reuniones con sus profesores, ni de los días que pasé en el patio de la casa cuidándolos. No se acuerdan de las veces que los acompañé haciendo los deberes, que escuché sus problemas e intenté ayudarles. Ni del tiempo juntos sin hacer nada, leyendo o viendo la tele.

Ahora el mérito se lo llevan los recién llegados que reciben los frutos de tanto esfuerzo. No las miles de comidas que hice, aunque no fueran gran cosa, ni las lavadoras que puse. Porque parece ser que la compra se hacía sola y la ropa también se iba a lavar sola. Yo no hacía nada en todo el día. Aunque yo procuraba hacerlo todo antes de que volvieran del colegio, para tener luego todo el tiempo para ellos porque me gustaba acompañarles aunque no hiciéramos nada especial, y mi marido llegaba tarde del trabajo. Y los fines de semana íbamos todos juntos, hasta que fueron mayores para salir con sus amigos. Pero todo eso no importa. Está olvidado.

6 comentarios:

  1. Es bueno comentar de cuando en cuando con los hijos esas situaciones, la dedicación de la mujer con tres hijos y atender el hogar es mas sacrificado que la mayoría de los trabajos. Sin embargo no reciben jubilación por no haber podido cotizar lo suficiente, gran injusticia.
    Un abrazo.

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  2. Hola Susana, seguro que sí se acuerdan, lo que pasa es que a veces olvidan comentarlo. Yo siempre sentí lo que mis padres hacían, y en particular, la dedicación de mi madre. Sin embargo, no fue hasta que ya fui mayor y empecé yo también a hacerlo cuando me di cuenta de lo que supone.
    Un beso muy fuerte :D

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    1. Para cuando se acuerden puede que yo ya no lo haga. Un beso

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  3. Hay casos peores. Algunos ni se acuerdan de ver a su madre cuando le ha dado una carrera y mantenido hasta los 30 años que se casó. Tambien, como muchos abuelos, tuvo a sus nietos mientras ellos viajaban, en fin, no sigo.
    Un beso.

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