jueves, 27 de junio de 2019

39. Despacito y buena letra

Siempre recordaré una monja profesora que tuve a los siete años que me enseñó el valor del trabajo bien hecho. Tenía un sencillo método que consistía en guardar las mejores fichas de los alumnos en un archivador especial. Y claro, todos queríamos que nuestras fichas estuvieran allí. Lástima que con el tiempo se me olvidaron esas buenas intenciones, pero ahí aprendí el placer de la escritura. Cuando empecé a trabajar de secretaria me di cuenta de que ese ideal de hacer las cosas despacito y con buena letra no es viable cuando tienes un plazo estrecho para entregar el trabajo.

Fue una de mis primeras desilusiones, ya que yo pretendía dosificar las tareas para poder hacerlas todas bien y acabé haciendo todo a la vez y regular. Es lo que pasa al ser la única secretaria de la oficina. Como más tarde no tuve ya ocasión de enmendar ese error, al menos en mi casa procuro organizarme para hacer todo lo mejor posible sin tener que dejar tareas acumuladas. Pero como mi energía física y mental no da para mucho, no es raro, la verdad, que las cosas se vayan atrasando. Al menos procuro que los alimentos no se estropeen porque no me gusta tirar comida.

15 comentarios:

  1. Hace falta mucha energía mental para hacerlo todo despacito y con buena letra. Empezamos con buenas intenciones pero luego el tiempo y la prisa no nos lo permiten. Por eso admiro a la gente paciente que se toma el tiempo necesario para cada tarea. A los perfeccionistas. Saludos

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  2. También yo procuro organizarme para, más o menos, llevar todo al día.
    La frase la he oído muchas veces.
    Un beso.

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  3. yo cuando estudiaba industriales, prefería presentarme a pocas asignaturas, pero llevándolas bien preparadas. conseguir una colección de problemas resueltos, aprenderme de memoria cómo se hacían y presentarme al examen, no iba conmigo.
    besos!

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  4. Soy demasiado organizativa ( me lo critican siempre mis hijas)me gustan las cosas bien hechas y a punto, no dejar nada para después y cuando empiezo algo no paro hasta que no lo termino así que acabo muy cansada pero no excarmiento.Besicos

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  5. Tarea ardua, el tiempo nos empuja y y la buena letra a veces se tuerce un poco. Abrazos

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  6. Nunca he sido demasiado ordenado que digamos, mi mujer dice que en mi despacho reina un caos casi ininteligible, casi, porque ella ha conseguido descifrarlo tras muchos años de matrimonio. Al punto eso es así que cuando no encuentro algo que yo mismo he guardado en el despacho, ella va y lo encuentra al instante. Resumiendo, no soy ordenado que digamos, aunque la letra le tengo bastante legible. Saludos.

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  7. Mejor despacio que deprisa y corriendo, sí :)

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