lunes, 18 de diciembre de 2017

Tres regalos

Cuando mis hijos eran pequeños celebrábamos las navidades con todos los primos de ambas familias. Eso significa que yo tenía que arreglármelas para encargar cerca de treinta regalos y mis hijos también recibían el equivalente. Ante esa situación, y teniendo en cuenta que ya tenían también regalos de cumpleaños, santos y demás, me costaba muchísimo pensar en algo que ya no tuvieran. Así que decidimos limitar el número de encargos por nuestra parte a tres, de más valor, ya que los que recibían del resto de la familia solían ser cosas sin importancia.

Esta situación a mis hijos le daba un poco de vergüenza porque ya se sabe que lo primero que hacen los niños al volver al colegio es presumir del número y cuantía de los regalos. Yo les decía que agregaran todos los pequeños detalles como si fueran grandes. El caso es que estoy convencida de que un niño es incapaz de prestarle atención a más de tres cosas a un tiempo y la acumulación sólo consigue que acaben por no jugar con nada aparte de ser un derroche innecesario. El otro día un psicólogo me daba la razón, pero es una cuestión de sentido común.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Carta a mi madre

Me dijo la psicóloga que te escribiera una carta en el segundo aniversario de tu muerte. Aún me cuesta admitir que no os veré más y me siento tentada de coger el teléfono para llamaros. Querida mamá, me gustaría decirte que a mis cincuenta y un años ya son una persona adulta y responsable. Pero lo cierto es que sigo sintiéndome como la niña tímida y sensible que se escondía bajo la mesa del comedor. Me acuerdo cuando me dijiste que florecería tarde, pero me temo que no he florecido, soy más bien una hierba. Me parezco a ti pero no soy más que una sombra de lo que eras.

Nunca tendré tu fortaleza, tu seguridad y tu dulzura al mismo tiempo. Ni tu saber estar y esa elegancia natural que tanto admiraba. No consigo esa Fe tan sencilla y al mismo tiempo tan profunda. No sé cómo ayudar a mis hijos y no soy un ejemplo de ama de casa. Con ayuda de las pastillas, apenas si consigo hacer lo imprescindible cada día. Sigo rehuyendo la vida social y las reuniones familiares. Apenas me relaciono con mis hermanos y no tengo amistades profundas. Sigo persiguiendo causas perdidas aunque no sea más que una gota en el mar de internet. Por lo demás, lo único que deseo ya es seguir con mi marido y llegar a conocer a mis nietos.

Siento que os he decepcionado aunque tampoco esperabais mucho de mí. Nunca destaqué en nada y sigo siendo prescindible. Me está costando acostumbrarme a admitir que ahora soy yo la persona mayor y se supone que debo dar ejemplo de serenidad y fuerza de voluntad, cuando a mi me gustaría volver a refugiarme en tu regazo y que me digas que todo va a ir bien. Quisiera seguir creyendo en los cuentos con final feliz que leía a todas horas. Tener la vida por delante y tantos sueños por realizar. Ahora sé que muchas cosas no están en mi mano y no sé si seré capaz de convertirme en el referente que tú fuiste para nuestras vidas.

lunes, 4 de diciembre de 2017

El Papa, la ideología de género y el ecumenismo

Parece que la ideología de género empieza a ser un tema conocido y aceptado por más gente. Estoy satisfecha porque mi último post de ello recibió muchas visitas. Sobretodo ahora que el Papa también lo menciona bastante a menudo. Sin embargo, al mismo tiempo ha estado invitando al Vaticano a partidarios del aborto y la eutanasia y conocidos homosexuales. De manera que no sé qué pensar, si está mal de la cabeza o realmente tiene un plan contra la Iglesia Católica. O eso o es un ingenuo, pero no lo parece.

Además se dedica a alabar a Lutero, el cual era un enemigo acérrimo de los Papas, entre otras cosas, porque no le sobraban las virtudes precisamente. Si lo que pretende es el ecumenismo de las iglesias debería ser que las demás se aproximaran al catolicismo y no al revés, puesto que consideramos que la nuestra es la iglesia original y verdadera. No se puede hacer una unión basada en desigualdades ni vale todo a la hora de unirse. Somos muchos los que pensamos así. No se trata de unidad a la fuerza sino de conversión.