viernes, 28 de diciembre de 2018

Pacto inmigratorio de la Onu

Ha pasado desapercibida la firma de este pacto que se compromete a favorecer la inmigración desde Africa al continente europeo. Teniendo en cuenta que existen unos tres mil millones de africanos, la mayoría de los cuales pasan necesidad, Europa sólo podría acoger unos treinta como mucho, lo cual no solucionaría nada. Pero además, países como España con cuatro millones de parados no pueden ofrecerles trabajo y tendrían que vivir de las ayudas públicas, lo cual es insostenible. Si a eso le añadimos su tasa de fecundidad que viene a ser de diez hijos por familia, entonces es imposible.

Luego le añadimos que son musulmanes, con lo cual en un par de generaciones, la mitad de los europeos acabarían siéndolos. Con el acceso a la nacionalidad y el derecho al voto tendríamos una Europa musulmana. Si para entonces no se ha arruinado todo, eso significaría un regreso a la edad media en cuanto a costumbres, economía y sociedad. La imposición de la sharia afectaría incluso a las familias. Pero es bastante más probable que todo esto acabara provocando una guerra. Y me pregunto, qué gana la Onu intentando generar esta situación.

¿No sería mucho más lógico favorecer la economía de sus países de origen para que todos estos millones de personas no tuvieran que abandonar sus hogares?, pero no pueden, porque no se les permite contaminar y sin contaminación no hay desarrollo.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

La derecha de siempre

Tuve un blog de política durante cuatro años, donde me dedicaba a analizar temas generales y también el devenir del Partido popular en los años que van del 2012 al 2016. Fue la época tras Zapatero en la que el PP volvió a ganar las elecciones y todos esperábamos que mantuviera su espíritu y sus promesas respecto a la política nacional. Pero lo cierto es que fue una gran decepción porque una tras otra fueron cayendo las barreras, desde el aborto a las leyes educativas y la defensa de la unidad de España, en pro de un consenso que no satisfacía a nadie.

Eso sí, la economía mejoró, como siempre lo hace con la derecha. Pero la ideología original se fue al traste. Así han tenido que pasar dos años para que de los rescoldos de aquella gran hoguera naciera un nuevo partido con el fin de defender las ideas de la derecha de siempre. Tal vez sean extremistas, pero también lo es Podemos y nadie se lo reprocha. A veces para ser firme hay que ser categórico, y en algunas cosas no estoy de acuerdo. Pero básicamente es el partido que hacía falta para volver a nivelar el espectro político de España escorado claramente hacia la izquierda.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Espero que no me toque la lotería

No valgo para rica. No sé montar a caballo ni esquiar y me mareo hasta en patinadora. Soy incapaz de gastarme más de cincuenta euros en un bolso o unos zapatos. No quiero abrigos de pieles. No tengo ningún interés en viajar al otro lado del mundo ni en probar comidas exóticas a trescientos euros el cubierto. Me dan asco las ostras, el caviar y otras delicatesen. Así que no sabría que hacer con mi vida. Lo único que se me ocurre es comprarles unos pisos a mis hijos, eso sí. Por lo demás, el dinero no compra nada de lo que yo necesito.

Pero bueno, si me toca, ya encontraría gente a quien hacer donaciones, empezando por la familia. Claro que eso me traería problemas seguro de comparaciones con unos y con otros. No sé si iba a ser mejor callarme y no decirselo a nadie y luego actuar poco a poco. Guardarlo todo en un fondo de jubilación o similar. Pero, entonces nos tentaría empezar a gastar como locos y se notaría. Seguro que al final se nos sube a la cabeza y queremos una mansión con mayordomo. El dinero siempre acaba corrompiendo cuando es demasiado.

jueves, 20 de diciembre de 2018

El morbo

Es imposible ver la televisión sin ver en todos los canales a esa pobre chica asesinada. Y como no, las que generalizan con que todos los hombres son potenciales agresores. Y el problema no es ese. A mi modo de ver el problema es que existan psicópatas probados sueltos por la calle. Porque este hombre ya había demostrado lo poco que le importaba la vida humana y en otros países, como EE.UU. estaría en la cárcel de por vida, si no ajusticiado. Yo veo muchos programas policiacos y es así como funciona. No salen a la calle a los doce años como en España.

Dicen que los tigres de la India están protegidos, pero cuando uno prueba la carne humana ya no queda más remedio que matarlo porque se aficiona al sabor. Una persona que es capaz de matar a alguien indefenso y seguramente sin razón ya no puede vivir libre. Antes existían los manicomios, donde también había abusos, pero al menos se aseguraban de que las personas peligrosas no estuvieran en la calle amenazando la integridad de los demás. Tal vez habría que volver al viejo sistema que funcionaba.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Jugando a las comiditas

No entiendo esa pasión por lo culinario que le ha entrado a la gente últimamente desde que en televisión se pusieron de moda los realities de cocina. Pero sobre todo no comprendo el espíritu castrense que tienen esos programas, donde a los concursantes se les maltrata y ellos lo aguantan todo y lloran por la esperanza de conseguir un trabajo. Me parece realmente denigrante. Pero es que además eso no es comida, de la que comen las personas normales en España. Es un experimento.

Se trata de jugar con ingredientes lo más raros posible para hacer mezclas, como cuando de niños en casa hacíamos sopitas con lo que encontrábamos, y luego no nos la comíamos naturalmente. El resultado es algo caro y poco nutritivo que sólo los jueces pueden apreciar. Como siempre digo, mientras medio mundo se conforma con comer todos los días lo mismo, si lo consiguen, nosotros nos dedicamos a jugar a las comiditas desperdiciando la mitad. Me parece poco ético.

Y por cierto, tampoco me gusta la afición a comer cachorros en estas fiestas. Me da mucha lástima y también es un desperdicio.

martes, 18 de diciembre de 2018

El centro comercial abarrotado

Esta semana pasada el centro comercial donde acudo habitualmente se ha visto envuelto en un paroxismo consumista que no acabo de comprender. Parecería que piensan que es el fin del mundo y que las estanterías se van a quedar vacías como en las películas de apocalipsis. Pero la verdad es que el supermercado sigue estando igual de abastecido que yo vea. Además me pregunto si toda esta gente está ya de vacaciones o se escapan del trabajo por la mañana para ir de compras porque si no no se entiende de dónde han salido tantos.

Se diría que todos los individuos son veinte de familia, o piensan comer por veinte personas cada uno en estas fiestas. Me pregunto si a ellos no les pasa como a mí que me da empacho y acabo arrepintiéndome de lo que he comido. Se ve que tienen cuatro estómagos como las vacas. Y luego no hay crisis ni estrecheces económicas cuando se trata de comprar y regalar. Parece que todos van sobrados. Supongo que en enero se alimentarán de los restos. Por suerte yo no me dejo llevar por esta fiebre, y los miro como si fueran alienígenas.

lunes, 17 de diciembre de 2018

La nota discordante

Me gusta llevarme bien con la gente, tener veladas tranquilas y comentarios agradables. Digamos que ya no tengo edad para ponerme combativa ni ganas de meterme en polémicas. Pero de vez en cuando me impongo la obligación de defender mis principios aunque eso supongo perder unos seguidores, enemistarme con algún conocido o perder buenas oportunidades. Digamos que no sería fiel a mi misma si no sacara de vez en cuando algún tema relacionado con la ideología de género o con la situación actual de la iglesia.

Me he pasado la vida real mordiéndome la lengua en demasiadas ocasiones especialmente en estas fiestas. Pero internet me permite dar mi opinión sincera sin demasiadas consecuencias y es algo que no debo desperdiciar, aunque realmente preferiría meterme en la cama y no pensar en nada. Sin embargo, hacen falta notas discordantes en este mundo monotemático que tenemos donde parece que importa más quién gana el último concurso de la tele que el futuro de la humanidad. Alguien tiene que aportar otro punto de vista, aunque sólo sea para recordarnos que existen.

viernes, 14 de diciembre de 2018

El amor no quita lo valiente

Mucha gente me ha dicho que comprende a los homosexuales porque tienen un primo, un sobrino o un amigo que lo es y lo aprecian mucho. También puedes tener un ser querido en la cárcel incluso por un delito grave y no dejas de quererle y visitarle. Quiero decir que una cosa es el amor y otra el sentido común.  Que sientas cariño por un homosexual no significa que lo suyo sea normal o aconsejable. Lo habitual es que les cueste mucho encontrar una pareja estable y que su condición sexual les haga desgraciados. No por los demás, por ellos mismos.

Aparte de que no puedan tener hijos propios con su pareja, la sodomía en sí es una práctica peligrosa a nivel médico. Muchos homosexuales mueren a causa de infecciones intestinales, porque esa parte del cuerpo no es flexible ni está pensada para ese propósito. De hecho, su esperanza de vida en general es más baja que la del resto de la población. Eso sin pensar en los problemas psicológicos, que a menudo les llevan al consumo de sustancias perjudiciales. Por algo, desde hace milenios la mayor parte de la humanidad ha rechazado la homosexualidad. Por razones prácticas.


jueves, 13 de diciembre de 2018

Celebraciones

Estoy deseando lleguen las navidades, para que pasen cuanto antes. Son demasiados malos recuerdos, tanto en mi familia como en la política. Durante demasiado tiempo sufrí una tremenda presión para hacerme cargo de más de treinta regalos, ayudar en los preparativos y las comidas, y al mismo tiempo intentar que mis hijos lo pasaran bien. Todo eso aguantando comentarios malintencionados de unos y de otros en los que es mejor no entrar. Así que, aunque ahora las cosas sean mucho más tranquilas, ya no soy capaz de disfrutarlas.

Me siento como si me mandaran otra vez al colegio. Yo sólo quiero celebrarlo en casa tranquilos en familia, que para eso tengo ya más de cincuenta años y creo que me lo he ganado. Pero resulta que si no vamos mis hijos pierden la única ocasión en el año de ver a sus primos. Claro, que me pregunto hasta que punto tiene eso importancia si no se van a ver más. Pero el caso es que todos los años me resisto y todos los años acabamos yendo. Espero al menos que cuando nuestros hijos tengan hijos se acabe este círculo vicioso.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Zombies de hoy

Me horroriza cuando salgo  a la calle y veo toda esa gente, jóvenes y mayores, caminando detrás de su teléfon móvil, mientras van leyendo o incluso escribiendo, con riesgo de comerse una farola. Algunos llevan a pasear al bebé o al perro y no les hacen ni caso, incluso a la hora de cruzar las calles, que más de una vez les he tenido que pitar. Pero es peor cuando ves niños pequeños a los cuales sus padres les han comprado ya una tablet para que no molesten y funciona. Son como pequeñas estatuas que teclean sin parar.

Y mientras la mitad del mundo todavía malvive, nosotros gastamos grandes cantidades de tiempo y dinero en charlar sobre naderías o consultar el facebook. En cambio apenas vemos o nos comunicamos con personas reales. En un futuro apocalíptico propio de Aldous Huxley me imagino a todos viviendo en su propio mundo virtual. Pero afortunadamente antes se acabarán los combustibles fósiles, el plástico y los minerales que abastecen a los ordenadores. Con lo cual todo el mundo tendrá que volver a la agenda y el lápiz, y espero estar allí para verlo.

martes, 11 de diciembre de 2018

Volver a contestar

No sé por qué será pero nunca he tenido la costumbre de ir a otros blogs a ver que habían contestado a mis comentarios. Supongo que está mal y debería hacerlo, pero entonces esto se convertiría en una especie de chat, con respuestas de respuestas hasta la eternidad. No sé decir por qué no lo hago, supongo que porque nunca tuve esa costumbre y, ya se sabe, uno coge una rutina y por ahí sigue. Además, hasta hace poco no me daba tiempo a entrar en los blogs dos veces, porque por las tardes estaba muy liada con los chicos.

Y ahora que tengo tiempo no se me ocurre. Además yo no suelo dar respuestas largas ni elaboradas. Ya lo sabéis. Una frase corta. Entonces tampoco pienso que haya mucho que añadir, Los comentarios largos los espero en mi blog. Tampoco tengo grupos de chat, más que uno que utiliza mi familia para dejarme avisos. No tengo costumbre de conversar por escrito. Prefiero el trato personal.  No sé si sirve de excusa. Yo digo que es que soy analógica, no digital. Utilizo el blog como diario, pero no tengo internet en el móvil y prefiero engancharme lo menos posible.


lunes, 10 de diciembre de 2018

Escribiendo

Desde que sé juntar dos letras no he hecho otra cosa más constante en mi vida que escribir. Al principio eran trozos de papel donde anotaba mis pensamientos y los iba dejando por todas partes, así que me imagino que no eran muy discretos. Luego empecé a escribir más seguido y guardar las hojas de papel en una caja o en libros. Un día decidí romper todos los papeles y hacer literalmentye borrón y cuenta nueva, porque no quería que aquellos recuerdos en su mayoría malos y aquellos sentimientos tan negativos fueran un lastre en mi vida.

Supongo que no lo conseguí porque no es tan fácil borrar la memoria. Pero pasó el tiempo, descubrí los blogs y con ellos la manera de llegar a más gente, explicar mis puntos de vista y desahogarme. En estos más de diez años ha habido de todo. Momentos de euforia en que pensaba que el mundo estaba a mis pies y que incluso podría ganar dinero. Otros de bajón, malentendidos, insidias y malos rollos. Pero aunque a veces lo he intentado, nunca he podido dejar de escribir. Es algo que me llena y, al mismo tiempo, me vacía de los fantasmas que albergo en mi cabeza. Pero como soy incapaz de imaginar historias, espero no haberos aburrido demasiado,

domingo, 9 de diciembre de 2018

¿Qué sentido tiene?

Creo en el Dios de la Biblia porque si no la vida no tendría sentido. Si Dios es tan misericordioso que da igual lo que hayas hecho o dejado de hacer porque todo lo perdona, entonces ¿para qué sirve ser una buena persona?. Para qué nos hemos pasado la vida sacando las arañas en un bote a la terraza para no matarlas?, para qué hemos gastado el dinero que no teníamos en centros de caridad?, para qué nos hemos privado de la buena vida por la educación y la salud de nuestros hijos?, para qué hemos pasado tantas horas de nuestras vidas visitando a nuestros padres?

Si ahora resulta que da lo mismo haber matado a dos o a veinte o ser tú la víctima. Si ahora parece que los mandamientos están ahí como ideal pero nadie espera que los cumplas. Si ahora da igual ser cristiano o de los que matan cristianos porque en el fondo es lo mismo. O mejor todavía ateo, y así no te comprometes con nada y no incumples tus promesas. Si al final resulta que la verdad no saldrá a la luz porque a nadie le importa. Entonces para qué hemos aguantado lo indecible. Si no hay premio ni castigo ni una simple felicitación, casi prefiero pensar que no hay nada más después de esta vida.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Los abuelos

Naturalmente los abuelos disfrutan de estar un rato con sus nietos, pero eso no significa que se les pueda utilizar para ahorrarse la cuidadora después del colegio. Especialmente si resulta que son de edad avanzada o no se encuentran bien. Esta tarde he visto a una mujer de pelo blanco que utilizaba el cochecito del bebé más bien de andador porque además cojeaba. Esta mañana vi a otra señora que aparentaba al menos setenta años con una nena de muchos meses, que debía pesar unos diez kilos y todavía llevaba pañales.

Los abuelos ya han cumplido y se han ganado el derecho al descanso. Una cosa es que les guste cuidar a sus nietos y otra que se pueda uno aprovechar de ellos poniendo en riesgo su salud y bienestar. Apuesto a que esos padres que ahorran tanto dinero a costa de los suyos, no tendrán luego inconveniente en conducir coches caros, utilizar móviles de última generación o irse de viaje, dejando también a los niños con los abuelos. Alguien debería controlar este tipo de situaciones, ya que no se puede esperar que la buena voluntad sea la norma.

martes, 4 de diciembre de 2018

La paz

He leído muchos consejos bienintencionados para conseguir la paz pero eso ya no funciona conmigo. Dice mi marido que no debería ver tantas series sobre crímenes y tiene razón pero es que, cuando ya has visto el lado oscuro no es tan fácil olvidarlo. Sé más sobre psicópatas de lo que nadie debería saber y por eso no vivo tranquila. Porque sé que el mal existe, que no es cosa de las películas y nos acecha en cada esquina. Y no hace falta que sea un delincuente con años de cárcel. Puede ser cualquiera en un mal día.

Toda persona lleva dentro el germen de la locura y basta encontrar un motivo y un medio para sacarlo. No creo en la paz universal, en la bondad de las personas y la armonía del universo. Porque yo fui inocente y me arrebataron esa paz. Y si una simple envidia es capaz de sacar lo peor de las personas, no digo ya lo que la codicia, la lujuria y otros vicios pueden desencadenar. Por eso nunca tendremos ese mundo ideal con el que algunos sueñan. Porque las ideas pueden ser puras, pero las personas nunca lo son.

lunes, 3 de diciembre de 2018

La pareja

Se ve que hoy en día no se lleva emparejarse y menos comprometerse. Se considera algo patriarcal y retrógrado. Tienen la idea de que va a limitar su libertad y sus derechos. Y algo de razón tienen. Porque un compromiso supone aceptar unas limitaciones. Pero compensa porque caminar acompañado por la vida no tiene precio. Y yo diría que compensa más con el paso del tiempo. Porque después de haber criado a los hijos recuperas buena parte de tu tiempo para dedicarlo a lo que más te agrade. Y también la pareja  se renueva. Los que se separan entonces se pierden lo mejor.

Además, no se puede negar que con los años cada vez se necesita más el apoyo mutuo, así que, aunque sólo sea por razones egoístas, tener una pareja sale rentable. Pero además el amor conyugal no es comparable a otros tipos de amor. Cuando se consigue una conexión plena es como ser realmente uno. Así vivieron mis padres hasta el final, a pesar de muchas contrariedades y problemas. Y su ejemplo es para mí el mejor discurso que se puede dar, porque hay cosas que sólo se pueden comprender cuando se viven.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Viajes exóticos

Conozco personas que a la hora de viajar prefieren sitios lo más lejanos y exóticos posible. Yo es algo que no comparto por muchas razones. La primera son las horas de vuelo e incluso de barco o tren que son necesarias para llegar hasta allí. La segunda la peligrosidad de los viajes y de los destinos elegidos tanto por parte del gobierno como de los delincuentes. La tercera es el riesgo de contagios de enfermedades poco conocidas y algunas incurables, como la malaria. También podría añadir el clima que suele ser extremo y muy húmedo o muy seco, los insectos y otros animales peligrosos o la poca salubridad de los alimentos.

Creo que son motivos suficientes para vencer la tentación de querer conocer de cerca culturas nuevas. La verdad es que existen documentales muy buenos en televisión e información detallada en internet para hacerse una idea. Además no me parece bien exhibir nuestras riquezas ante los desfavorecidos. Creo que es algo parecido a los cientos de aventureros que se empeñan en subir al Everest cada año, acompañados por sherpas que hacen la mayor parte del trabajo, y dejándolo todo encima lleno de basura. Con el riesgo añadido de sufrir un accidente y suponer una molestia más para los equipos de rescate y una desgracia para  sus seres queridos.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Ocho años de depresión

La verdad es que no sé si contar ocho o diez años, porque ya estuve en tratamiento antes. Primero fue la ansiedad que me tenía siempre inquieta pensando que algo malo podía pasar. Luego empecé a sentir que nada tenía sentido, y acabé llorando a todas horas. A aquello contribuyò mucho las enfermedades de mis padres, que siempre habían sido personas tan activas y positivas. Supongo que el mundo se me empezó a derribar cuando me di cuenta de que ya no tenía el control de la situación, que mis hijos ya eran jóvenes y el tiempo corría.

Todos esos planes e ideas preconcebidas que había tenido estaban caducando porque ya no era el momento ni el lugar adecuado. Cuando uno es joven, el abanico de posibilidades es inmenso aunque luego decidas limitarte tú mismo a un campo. Pero con el tiempo ves que las capacidades y las oportunidades van mermando y ya no puedes elegir, aunque realmente no quisieras. Entonces te ves atrapado en un momento dado, convertido en espectador de una realidad que ya no tienes el poder de cambiar. Supongo que luego ya depende de tu capacidad para asumir las cosas. La mía es limitada.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Me duele el corazón

Hace una eternidad leí un anuncio que decía algo así como: me rompe el corazón ver mujeres más jóvenes que yo que parecen más mayores. Era un anuncio de crema. Recuerdo que me pareció muy mal utilizar esa expresión para algo tan vacuo y superficial. A mí me duele el corazón por muchas cosas y especialmente cuando se acercan las navidades. Sobretodo cuando miro la foto de mis padres, que parecen tan vivos, tan saludables, que todavía hoy no me puedo hacer a la idea de que ya no estén entre nosotros.  Es un dolor incurable. El dolor de la ausencia.

Pero también me duelen mucho los niños sin futuro, esos que no llegan a los cinco años de edad. Y los que los superan pero sus espectativas de vida tampoco son mucho mejores. Los que se llevan a otro país para seguir viviendo en las mismas condiciones que tenían en su lugar de origen. Me duelen los ancianos olvidados por sus parientes que dejan la vida pasar. También los enfermos crónicos y los que los cuidan. Me duelen los que se pierden en las drogas y el alcohol  para soportar un mundo que no comprenden. Y también me duelen mucho los animales indefensos, especialmente cuando son maltratados por sus propios dueños. Me duelen demasiadas cosas.

martes, 27 de noviembre de 2018

La música

Dicen que la música es alimento para el espíritu y yo estoy de acuerdo. Sin embargo, hace años que apenas la escucho por una razón bastante tonta y es que, en cuanto oigo una de mis canciones favoritas, se me pega incluso durante semanas. Además, como sólo me acuerdo de los estribillos, ando repitiendo siempre lo mismo, especialmente antes de ir a dormir, con lo cual no cojo el sueño. Así que, muy a mi pesar, apenas me atrevo ya a escuchar música. Incluso la clásica o sinfónica también se me pega.

Mis gusto musicales son muy variados y lo mismo estoy con canciones de la época de mis padres, como con Melendi, o incluso algo de reggeton. También me encantan las baladas de rock, el pop británico y algo de música electrónica o celta. Lo que no me convence para nada son los muchachos de música de bote, de operación triunfo y similares, que suenan todos igual porque los han hecho por el mismo patrón. Pero mi música preferida me temo que siempre será la de los años ochenta porque para algo entonces era joven.

lunes, 26 de noviembre de 2018

La comunicación por internet

Al hablar en persona existen unos códigos gestuales que acompañan al mensaje y de alguna manera lo complementan. No así al escribir, ya que las palabras son las que son y a veces al elegirlas no se acierta del todo. Por eso es habitual que haya malentendidos. También es verdad que hay gente que sólo acude a comentar los artículos con el objetivo de sembrar cizaña y crear polémicas donde no las hay.  Es el precio que tienen que pagar los famosos. Yo, como afortunadamente no lo soy, disfruto hoy en día de unas relaciones bastante apacibles.

Cuando abres tu corazón y cuentas tal vez más de lo que deberías, te acusan de sensiblería y buscar conmiseración, pero si te limitas a los hechos, entonces eres frío y calculador. Si te implicas en temas polémicos, eres un provocador, pero si te mantienes equidistante, entonces es peor. Eres un tibio que va con el sol que más calienta. Es admirable la capacidad que tienen algunos de molestarse por temas absolutamente inofensivos. Otras veces en cambio esperas una reacción y no la consigues. Así que para dedicarse a esto hay que tener una coraza de la que algunos carecen.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Las delicias de la maternidad

Cualquiear que haya tenido hijos, sabe que compensa, sólo con verles dormir, limpios y bien alimentados. Incluso si es uno de esos antiguos aristócratas que sólo los veían a la hora de acostarse para darles un beso de buenas noches. Se perdían todo lo bueno, pero también lo malo. Porque luego los hijos crecen y pocas madres serán las que no habrán oído eso de : tú no tienes ni idea de esto, no entiendes nada, no quieres más que fastidiarme la vida, y cosas aún peores. Forma parte de la temida adolescencia, incluso en los chicos más tranquilos, como han sido los míos.

Cuando oigo o leo a madres jóvenes hablando de las dulzuras de sus retoños, siempre pienso, espera y verás. Porque además yo creo que cuanto más revoltosos hayan sido de niños más posibilidades tienes de acabar lidiando con un pequeño monstruo sin gota de empatía. Como dice el proverbio chino: siéntate a la orilla del río y verás pasar los cadáveres de tus enemigos. Afortunadamente una madre es una criatura con una resilencia increíble y una paciencia inagotable, porque si no la raza humana ya se habría extinguido. Así que sólo hay que esperar a que pase el efecto de las hormonas y tus pequeños querubines vuelvan a casa con cara de no haber roto nunca un plato.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Los idiomas

Después de que los mil y uno infortunios nos dieran un respiro, decidí apuntarme a gimnasia china, cosa que me ha venido muy bien porque había perdido mucha movilidad. Al mismo tiempo me apunté a unas clases de árabe que, por desgracia sólo me duraron año y medio porque el profesor tuvo que marcharse. Pero ya aproveché para repasar un año de alemán en la escuela de idiomas. Al año siguiente dejé la clase porque no me gustaba el profesor, pero retomé el francés. Una vez más lo dejé al siguiente año y decidí volver al inglés, donde terminé un ciclo.

Después decidi volver al francés, con más suerte esta vez, y continué durante dos años. Ahora estoy repasando otra vez el alemán pero de un modo más relajado esta vez. Es decir, que me mantengo en forma física y mentalmente, a pesar de lo que el famoso escritor insinuaba sobre la inutilidad de las amas de casa. De todas maneras me gusta decir que una mujer que no trabaja es a la vez secretaria, enfermera, psicóloga, capataz, cocinera, contable..., y puede estar mucho más al día de lo que ocurre que otra que se pasa el día en la oficina. Todo es cuestión de organizarse.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Erase una mujer a un pañuelo pegada

Cuando me hice las pruebas de la alergia me salió positivo a todos los pólenes, los hongos y los ácaros, y el pelo de animales. De todas maneras ahora estoy algo mejor. De pequeña entre eso y los catarros estaba hecha un poema. aún así no puedo salir de casa sin al menos un pañuelo y estornudo de la forma más escandalosa. Nunca he sido capaz de estornudar discretamente. Como imaginareis este problema tampoco facilita hacer amigos.Como decía una actriz cómica, los antiestamínicos existen, pero no funcionan.

Como los pañuelos normales no me siven para nada, utilizo los de mi marido. Tengo la nariz grande y aguileña, así que es difícil que pase desapercibida. además cuando como me sueno mucho más. Sólo quien tenga este problrma tan desagradable como inofensivo puede hacerse a la idea de hasta qué punto puede limitar tu vida social. pero, como en mi caso no es más que uno entre muchos tampoco le doy importancia. Total, uno más uno menos, qué más da.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

Trescientas entradas en casi dos años

No es que sea mucho comparando con mis blogs anteriores pero es más de lo que esperaba. Pensaba que ya no me quedaba mucho más que decir. Empecé a escribir un mes de abril de hace ya unos once años. Entonces no era consciente del lío en que me estaba metiendo ni mucho menos pensaba que duraría tanto tiempo. Como ya he dicho alguna vez, en aquella época me sentía muy segura de todo y ahora no lo estoy de nada. Se me ha pasado el tiempo sin darme cuenta y ahora no sabría decir qué es lo que he hecho.

Me hace gracia cuando encuentro un blog recién abierto con todas las ideas por estrenar y me recuerda a mis principios. Arranqué con demasiada fuerza y luego no supe asimilarlo. Ahora ya no tengo ganas de batallas, sólo de tranquilidad. Supongo que seguiré escribiendo mientras tenga tiempo y no me falle la inspiración. Disfruto mucho leyendo otros blogs e inspirándome con ellos. Supongo qe al final mi blog ha acabado siendo lo que tenía pensado: un diario abierto al mundo. Mientras dure espero no aburriros demasiado.


martes, 20 de noviembre de 2018

La niña del portero

Durante más años de los que quiero recordar, yo fue como un fantasma deambulando por mi casa sin que nadie se percatara de mi presencia. Mis hermanos eran mayores, mi hermana estaba a sus cosas, mi padre no estaba y mi madre andaba ocupada con las labores del hogar. Realmente pasaba más tiempo con la asistenta cuando lo había. así que para distraerme bajaba a veces al portal del edificio a curiosear. Hubo una temporada en que, no sé por qué me mandaban todo el tiempo abajo a ver si había correo. Supongo que tenían cosas serias de que hablar, o simplemente no me querían por allí.

Dice la psicóloga que soy como un perrillo falto de cariño, que ando arrimándome a todos en busca de caricias y de atención. De tanto estar en el portal con mi vestido de por casa, los repartidores pensaban que era la hija del portero y me preguntaban por mi padre; lo cual a mí me sentaba fatal, no por nada, sino porque no era verdad y yo no era una mentirosa. De manera que dejé de bajar al portal. Al poco empecé a salir con una vecinita de mi edad y me pasaba el día con su familia.. Hasta que la cambiaron de colegio y perdimos el contacto y volví a ser el fantasma de mi casa.

lunes, 19 de noviembre de 2018

La impotencia mental

Por no confundirla con la física, que luego me entra aquí de todo. Si algo se aprende con los años es que no puedes conseguir todo lo que quieres. Da igual que lo tengas clarísimo desde el principio porque es que no depende sólo de ti. Hace diez años yo estaba convencida de haber educado muy bien a mis hijos y que nada podía salir mal. La vida me ha enseñado que hay imprevistos que no puedes evitar. Una vez que fue mi hija mayor a esquiar y se estrelló y casi se mata. Cinco costillas rotas por ocho sitios y un neumotorax. Por eso precisamente nunca les había dejado ir antes.

Pero hay quien esquía todos los días de su vida y nunca le pasa nada. Yo en eso siempre he seguido la máxima de piensa mal y acertarás y casi siempre he acertado. Por eso ahora ya no me atrevo a planificar nada. He llegado a la conclusión de que no está en mi destino tener éxito. Dentro de lo que cabe, con todos mis problemas, se puede decir que ya he conseguido demasiado y debería darme por satisfecha. Pero tengo un duendecillo dentro que siempre quiere más. Al menos ver a mis hijos colocados, con familia y a ser posible cerca de casa. Me temo que sigo pidiendo demasiado.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Discriminaciones

Estamos un poco obsesionados con este tema. Bastantes discriminaciones reales hay en el mundo para andar inventando más. El otro día en una serie criminal decían que habían matado a un chico por ser sordo. Lo cierto es que lo habían matado porque no contestaba y precisamente porque no sabían que era sordo. Cuando en Suecia intentan justificar que los inmigrantes musulmanes violen chicas, les hacen un flaco favor. Con esa actitud están dando a entender que es algo normal para ellos. Decir que un chino, un homosexual o un gitano han cometido un delito no es discriminar, es narrar los hechos.

La asesina del niño Gabriel no es atacada por todos por ser negra, como dicen algunos, sino porque mató a un niño con un martillo. Lo que es injustificable es que sus propios padres intenten quitarle importancia. Eso es antinatural. Parece que la ideología pueda más que el amor. Otra cosa es que se quiera aprovechar estos hechos para decir que todos los inmigrantes son criminales. Pero no se puede negar que entre millones de personas, algunos sí que lo sean. Esconder la cabeza debajo del ala no soluciona nada. Y mientras los cristianos siguen siendo martirizados en muchos lugares y a nadie le importa.

Pero si eres hombre, blanco, cristiano y heterosexual, más te vale no meterte en líos porque nadie te va a defender.

jueves, 15 de noviembre de 2018

La hija de Cayetana. Carmen Posadas

No suelo leer libros pero nunca me pierdo los de Carmen Posadas porque sé que me enganchan. Este es un libro ameno, entretenido y a la vez muy interesante porque describe una época de la historia de España poco conocida. Se ve que la autora se ha documentado muy bien. Narra la historia de una niña mulata a la que la Duquesa de Alba recibió como un regalo y acabó adoptando como una hija. Al mismo tiempo cuenta las vicisitudes de su verdadera madre intentando localizar al padre y a la niña. Esta parte supongo que está más novelada.

De pequeña solía leer libros sin parar, algunos no propios para mi edad. Después, con el tiempo y las vicisitudes de la vida la verdad es que me cuesta mucho concentrarme y encontrar uno que me enganche. Me he leído el libro en dos días y muchas horas, porque no podía dejarlo. Y esa es la mejor recomendación que puedo dar. Siempre me pasa con los libros de esta autora, así que es una apuesta segura. Por eso voy a encargar el último que ha sacado que se llama La maestra de títeres. Ya os contaré si también me ha gustado como éste.

De problema en problema

Tras ocho neumonías diagnosticadas de mis hijos, y el asma de la niña mayor que me obligaba a levantarme todas las noches a darle un jarabe de codeína; resulta que la pequeña a los siete años enfermó de púrpura, que es algo bastante grave. De manera que cuando se costipaba se le inflamaban los vasos sanguíneos. Al tiempo descubrí que la única manera de evitarlo era darle antibiótico continuamente. Pero el problema es que, como sólo lo venden con receta, eso nos obligaba a pequeñas mentiras y viajes repentinos a Madrid a visitar nuevas farmacias.

Afortunadamente se le pasó, al tiempo que el mayor y luego la pequeña se rompieron sendos brazos en el patio de casa, practicamente en el mismo sitio. Luego al chico lo operaron de apendicitis de urgencia. Mientas tuvimos que comprar una máquina de aerosoles porque los tres la necesitaban. Después de una varicela que afectó a los dos mayores y mi marido, que estuvo fatal, me tocó el turno a mí, que visité el hospital, una vez por gastritis,otra por vértigos y otra por diverticulitis. Cuando ya parecía que lo peor había pasado, empezaron a enfermar nuestros parientes.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

El regreso de la inspiración

Me abandonó hará unos tres años, tras la muerte de mis padres, y no ha sido hasta ahora que he empezado a notar su regreso. Siempre me han pasado cosas extrañas, así que ya no me sorprendo de nada, como de que me pasara el día escribiendo y de pronto no me saliera ya ni una línea. Creo bastante en el destino; eso de que, si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos. Aunque como yo suelo decir, creo que nací más bien para clavo, si no no se explican todas las cosas que me han ocurrido a lo largo de la vida.

Por ejemplo, mis tres embarazos y tres partos fueron un desastre.  El primero lo pasé vomitando y con riesgo de preclamsia, el segundo con ciática y el tercero con calambres continuos. Los dos primeros partos con ventosa. El niño nació con una hendidura en el paladar y la niña con una contractura en el cuello y soplo cardiaco. Además los dos tuvieron cólicos y apenas dormían. La tercera fue muy tranquila hasta los seis meses pero después se volvió noctámbula y no había quien la acostara. Aparte, los tres empalmaban bronquitis y neumonías con toda naturalidad.

martes, 13 de noviembre de 2018

La vida de un ama de casa

Una vez me enfadé con un escritor famoso porque decía que la vida de un ama de casa era tediosa y no aportaba nada a su marido. Se ve que él no lee este blog y otros muchos o sabría que las apariencias engañan y la persona más insulsa puede guardar las experiencias más inesperadas. No me gusta hablar de la parte más truculenta de mi historia, pero ya sabéis que morí al poco de nacer y me resucitaron, cosa que me dejó algunas secuelas. Pero no había hecho más que empezar porque antes de los diez años ya había presenciado un intento de suicidio.

Tendría unos doce la primera vez que intentaron matarme, aunque no sería hasta los veinte el intento más serio, que no el último. A continuación a los veinticinco tuve un embarazo de riesgo, a los treinta estuve a punto de perder a mi hija mediana, a los treinta y cinco al mayor y a los cuarenta a la pequeña. No se puede decir que no haya tenido una vida emocionante. Más de lo que yo quería. Para que luego venga un señor escritor, con su vida monótona y acomodada a decirme que no tengo nada que contar. El problema no es que no tenga, sino que no quiero.

lunes, 12 de noviembre de 2018

El copo de nieve

He encontrado un canal de you tube muy interesante que se llama Psico vlog. Resulta que ahí hablaba de algo que me dijeron el otro día, que yo era un copo de nieve único y delicado. Me gustó mucho pero no es cierto. Quiero decir que nadie somos tan especiales. Todos somos únicos, es cierto, pero muy parecidos y eso de sentirse especial puede ser un problema a la hora de afrontar la realidad porque lleva al victimismo. Porque cuando uno creo que merece algo mejor, en cierto modo que la vida, o el gobierno o la gente le debe algo, eso lleva a convertirse en un narcisista.

Por desgracia, cada cual debe buscarse sus propias habichuelas y la vida depende mucho del esfuerzo que hagas por mejorar. No puedes esperar que las cosas te caigan del cielo porque lo mereces, porque yo lo valgo. No puedes vivir esperando un milagro. Somos granos de arena en una playa y lo normal es que sólo afectemos a los granos de alrededor y el resto del mundo ni se inmute. Cuando uno vive pensando que es especial y por tanto todo lo que desea lo puede conseguir, lo normal es que acabe amargado y frustrado y culpando a los demás de sus problemas.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Prosopagnosia

Llamada también ceguera social consiste en la incapacidad de reconocer el rostro de las personas. Sin llegar al nivel de no recordar a tus parientes, yo también tengo algo de eso, puesto que tras seis meses de clases no recuerdo los nombres de mis compañeros y, si los veo fuera de contexto, no sé de qué les conozco. Lo cual resulta muy incómodo. Supongo que es debido a que me faltó oxígeno en el cerebro cuando era niña. Eso también explica mi nulo sentido de orientación. Tanto es así que, si entro sola en el Corte Inglés, luego tengo que preguntar para encontrar la salida.

Es una de las razones por las que no conduzco nunca en Madrid. Me perdería a la vuelta de la esquina. Además luego no sabría encontrar dónde he aparcado el coche. Tampoco puedo seguir un Gps. La causa no es mi edad sino que siempre ha sido así, aunque la verdad es que no le daba demasiada importancia. Lo tenía asumido. Pero naturalmente limita mucho mi vida social. Afortunadamente mi marido sabe que tiene que llevarme y traerme como si fuera una niña pequeña. El otro día mi hija me pidió que la recogiera del aeropuerto y sintiéndolo mucho le tuve que decir que era incapaz.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Ni ver, ni oir, ni hablar

Siguiendo la máxima budista hace ya unos años que no veo bien, ni de cerca ni de lejos, ni con gafas. Por otra parte, tengo sordera social, no oigo bien cuando hay mucha gente. Esta semana además tengo un oído tapado. Y, como ya sabéis, tengo poquita voz y aguda, por lo cual la gente no suele oírme bien y menos si hay ruido de fondo. Así, que eso contribuye a mi aislamiento social, porque cuando voy a comer a un restaurante, por ejemplo, no distingo las conversaciones. Por otro lado, al conducir de noche, como tengo fotofobia desde siempre, me deslumbran las luces y procuro no hacerlo.

Entre eso, y que mis rodillas ya no dan para mucho más, soy una candidata perfecta a acabar aislada en casa. No es una cosa que me preocupe demasiado porque nunca he sido muy activa, pero sí que sentiría no poder viajar de vez en cuando. Si no ver, no oir y callar es una virtud desde luego yo voy para virtuosa, pero hace que en las reuniones me aburra bastante. por eso siempre procuro que no sean de más de seis personas. Por suerte, en internet, eso no tiene importancia, porque puedo comunicarme sin restricciones a pesar de mi limitaciones.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La zafiedad o el anuncio de fútbol

He visto varias veces un anuncio de fútbol de una empresa de telefonía que representa para mí todo lo que detesto. Aparece un forofo de ese deporte haciéndose pintar la cara de sus colores por su hija y luego implicando a su hijo en las celebraciones. La clase de persona que llora cuando pierde su equipo porque lo aprecia más que a su madre. Que hoy puede ser el fútbol y mañana cualquier otra cosa porque el caso es dejarse llevar para no pensar en lo que está bien y lo que está mal. Víctima propicia de cualquier populismo. Una persona que sólo sabe ir en manada.

Asiduo seguidor de realities de cualquier tipo, que lo mismo hoy es la música y mañana la cocina. Es el tipo de persona que se deja llevar por el sol que más calienta en cada momento. No me gusta nada que hagan un anuncio dirigido precisamente a esa clase de gente monotema, favoreciendo su actitud. No digo que la televisión tenga que ser educativa, pero tampoco está para favorecer los vicios. Y ya he hablado alguna vez de los anuncios de juego, que me parecen peor todavía. Eso es ir a lo fácil, a lo que vende y por desgracia funciona. Nadie quiere hoy en día que le hagan reflexionar.

sábado, 3 de noviembre de 2018

No hay trabajos poco dignos

Hay personas poco dignas. Quiero decir que cualquier trabajo se puede hacer con dignidad si se desarrolla lo mejor posible. Hay un barrendero en mi barrio que parece un señor que va a la oficina, si no fuera porque arrastra el carro de la basura. Hay muchos dependientes y camareros que son más señores que las personas a las que atienden. Se trata de tener educación, compostura y modales. Y eso no depende del trabajo, ni del salario. Depende del saber estar de cada uno. De hacer el trabajo con seriedad, profesionalidad y entusiasmo .

Me acuerdo de que una vez vino a casa un señor mayor, técnico de lavadoras, que podía haber pasado fácilmente por un aristócrata por su manera de hablar y de comportarse. Y además, seguro que ganaba un buen salario, porque cuando alguien es un profesional de valía y con experiencia, eso se paga. Un fontanero o un oficial de la construcción pueden tener un gran sueldo, así como los camareros más cotizados de los establecimientos de categoría. Lo que pasa es que en España se valora demasiado la titulación. Pero para dar clases de dignidad, nada mejor que un anciano labriego de cualquier pueblo.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Misión cumplida

Este mes dejo mi blog Sobre ideología de género. He republicado toda la información que he encontrado al respecto pero supongo que no ha tenido mucha repercusión. Pero, como decía el otro día, que no se diga que no lo he intentado. El blog del aborto Por el derecho a nacer he pensado que intentaré que siga en marcha, si consigo datos suficientes. Es un tema muy importante para dejarlo pasar. El número de visitas es bastante más alto de lo que parece, aunque nunca me comenta nadie.

También me ocupa bastante tiempo el Facebook, donde tengo 5000 amigos y me dedico principalmente a difundir temas políticos con perspectiva de derecha. También entro en páginas religiosas que están en contra del Papa Francisco, lo cual me trae bastantes críticas, pero tengo que ser consecuente con lo que pienso. Digamos que el grupo de las personas conservadoras, que están contra el aborto, pero no les gusta el Papa actual es bastante restringido, pero he conseguido hacerme un hueco.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Anoche pudo ser la última noche

Ayer oí en una película una frase que me hizo pensar: los tiburones nacen sabiendo nadar. Es cierto, pero yo ni soy un tiburón ni sé nadar todavía. Me limito a flotar en el charco donde estoy estancada.  No estoy hecha para este mundo ni para esta vida, no tengo los mecanismos de defensa necesarios, ni la malicia, ni la astucia ni la resistencia suficiente. Hubo un tiempo en que me sentía tan segura de mí misma que incluso me creía capaz de nadar a contracorriente. Qué ilusa. Pronto se fueron cayendo los muros de todas mis certidumbres. Ahora sólo sé que no sé nada.

Hay una canción que me gusta mucho, Hello de Adèle. Dice: hello from de outside, at least don't say I never tried. Hola desde el exterior. Al menos no digas que nunca lo intenté. Eso también podía formar parte de mi panegírico. Lo he intentado con todas mis fuerzas pero a veces me siento derrotada y pienso si vale la pena seguir intentándolo. Tal vez soy como una gallina que se empeña en volar. Está claro que nunca lo conseguiré. Si no fuera por mi gallinero, desde luego hace tiempo que me habría rendido ya. Qué pinta una gallina en un mundo de tiburones.

lunes, 29 de octubre de 2018

Panegírico

El otro día estuve en el funeral de una señora muy rica. Sus nietos le agradecían lo bien que lo habían pasado los veranos en un palacete que les dejaban en una ciudad con playa. Como dijo el sacerdote, muy acertadamente, agradecían lo que había podido hacer por que tuvieran una vida mejor. Entonces me puse a pensar qué podrían poner mis parientes en mi panegírico. Se me han ocurrido un par de cosas. Por ejemplo: siempre tenía chocolate en la nevera. Y es cierto. O por fin lavó la ropa interior.

Eso tiene su historia. Es que yo lavo la ropa interior con agua caliente, así que la voy dejando en un cesto hasta que se llena, por no desperdiciar energía. Como a veces tarda dos o tres semanas en llenarse, ya me andan protestando de que se les acaba la ropa. Así, que qué mejor homenaje que decir que al fin lavé la ropa interior. Porque lo de pagarles las vacaciones o comprarles un coche por su cumpleaños me temo que no va a poder ser. Y las otras virtudes ya se sabe que no valen tanto.

viernes, 26 de octubre de 2018

La nada

Mi psicóloga es la única que comprende el enorme esfuerzo que supone para mí cualquier cosa. Levantarme por la mañana, vestirme, ducharme, salir de compras, hacer la comida, poner el lavaplatos. Si además consigo ir una vez a la semana a la gimnasia y al alemán, ya he conseguido una victoria. Otro reto, leerme una revista a la semana, seguir las series, leer los blogs. Todo ello sentada en el sofá naturalmente. Escribir un post de vez en cuando, eso ya son palabras mayores. Tengo que meditarlo durante horas. Lo que para otros es habitual, para mí es extraordinario.

Hay una cosa que recuerdo de cuando estaba muerta (aunque ya sé que no es posible), lo cansado que resulta respirar. Cientos de pequeños músculos se mueven en nuestro cuerpo para que la sangre circule por las venas y el aire por los pulmones, luego está el aparato digestivo, las neuronas, y eso sin ponerse en marcha. Ya si además quieres hacer algo, hablar, levantarte, eso es todo un trabajo. Y cuando dejas de controlar tu cuerpo, descubres que todo aquello era realmente cansado y lo bien que se está sin hacer nada. Una vez que lo has probado, la nada te atrae.

miércoles, 24 de octubre de 2018

La culpa

Llevo toda mi vida preguntándome hasta qué punto es culpable una persona que no está bien de la cabeza. Por ejemplo, alguien traumatizado desde niño, alguien afectado por las drogas o el alcohol, o un mentiroso que llega a creerse sus mentiras. Y qué decir de los manipuladores natos que utilizan ese don en su propio beneficio. Cuando llegue la hora del juicio final, podrán decir que no eran conscientes del daño que hacían. He conocido muchos casos de gente así, que sin embargo contaba con muchos amigos. No sé si sus virtudes compensaban a sus vicios o es que sólo yo los notaba.

Pero qué pasa con las víctimas, con las personas que han sufrido sus diatribas, sus insultos velados, sus malas acciones. Es que no hay justicia para ellos, porque no estaban bien de la cabeza, o porque digamos que su conciencia no funcionaba correctamente?. Es justo culpar a alguien que no puede evitar ser como es?.  Hasta qué punto vale la pena guardarle rencor, si ni siquiera se acuerda de lo que ha hecho. El mundo está lleno de ofensores inconscientes. Y cuanto más poder atesoran esas personas, mayor es el daño que llegan a hacer.

lunes, 22 de octubre de 2018

Domund, ¿que no evangelicemos?

No hay necesidad más urgente que la de dar a conocer las inconmensurables riquezas de Cristo (1) a los hombres de nuestra época. No hay empresa más noble que la de levantar y desplegar al viento las banderas de nuestro Rey ante aquellos que han seguido banderas falaces y la de reconquistar para la Cruz Victoriosa a los que de ella, por desgracia, se han separado. Papa Pío XII

Resulta que dice Francisco que no debemos hacer proselitismo porque es contrario al ecumenismo. Es decir, que los miles de misioneros que han dejado su vida en los lugares más recónditos del planeta estaban equivocados, porque hacían bien en cuidar de los pobres pero no debían intentar convertirlos al cristianismo.  Y los cientos de mártires que aún hoy mueren por no querer renegar de su fe cristiana también están dando su vida en vano ya que da lo mismo la religión que se tenga si todos se salvan.

Marcos 16:15-18 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 

Lo siento, no lo digo yo, lo dijo Jesucristo, pero ahora resulta que la Iglesia lleva dos mil años equivocada y su misión se limita a la de las Ongs., a auxiliar a los necesitados, y también se ocupa del cambio climático y las migraciones. Pero lo de convertir, no. Eso es cosa del Espíritu Santo. Pues no estoy de acuerdo. La misión de la Iglesia es evangelizar y lo demás se dará por añadidura.

viernes, 19 de octubre de 2018

Cáncer, de mama, sólamente

Lo siento pero hay cosas que me enervan, como el día del cáncer de mama. Yo tuve una cuñada que murió de eso y otra que lo tuvo. Pero también tengo otra con cáncer de estómago y otra de colon. Así que tendré que decirles que se aguanten, porque su cáncer no es popular ni feminista. Por no hablar de mi suegro con cáncer de pulmón y el de próstata que es el más habitual, pero como lo sufren los hombres no cuenta. Ni tampoco el tumor cerebral que tuvo mi otro cuñado. Para todo hay clases, incluso para el cáncer. Por no hablar de otras enfermedades invisibles, como la malaria.

Pero sólo merecen investigación las enfermas de cáncer de mama. Por cierto que los que invierten más en eso son las farmacéuticas por la cuenta que les trae. No entiendo que se pida más dinero sólo para tratar este cáncer, como si todos los demás enfermos no tuvieran los mismos derechos. Aparte de que por desgracia, más inversión tampoco garantiza más éxito porque luego depende de muchos factores. Así  que, ¿no estamos todo el día reclamando igualdad?, pues igualdad es para todos. No sólo para lo que está de moda entre los famosos.


jueves, 18 de octubre de 2018

Mis padres

Tenía yo unos cuarenta y dos años y me las prometía muy felices después de haber criado a mis hijos. Por fin mi marido y yo podíamos salir ya solos otra vez. Recuerdo que estábamos en Madrid cundo recibí una llamada que me hundió porque mi padre se había roto la cadera. A partir de ahí, dieciséis días yendo al hospital, porque ya he dicho que soy la más tonta de la familia. Luego le pusieron la diálisis, mi madre empeoró del parkinson, y los siguientes años los pasamos entrando y saliendo del hospital al menos dos semanas al mes, cuando no era por uno era por el otro.

El problema es que yo no vivo en Madrid, ni conduzco bien, así que cada vez que tenía que ir perdía hora y media de ida y otro tanto de vuelta, tres horas de camino, más luego el tiempo que estuviera allí. De manera que suponía salir a las tres y volver a las nueve, si era por la tarde. Aquello trastocó totalmente mi vida. Aparte del sufrimiento de verlos estar cada vez peor. Hace cinco años que murió mi padre y dos de mi madre. No sé cómo pude soportar esa situación, pero yo les quería, les quiero mucho. Sólo ahora he conseguido hacerme a la idea de que ya no están en su casa.

martes, 16 de octubre de 2018

Treinta años

Este fin de semana he estado en un balneario en Castilla León porque era mi treinta aniversario de bodas. Nos fuimos con el huracán Leslie y volvimos con el Michael pero nos daba igual porque estábamos en el hotel. El balneario es precioso y tiene una piscina muy grande con muchos chorros donde caben unas treinta personas. Comimos y dormimos bien y volvimos el lunes. Fue muy agradable y tenemos que repetir, antes de treinta años. La lluvia acompañaba porque también llovió a mares en la celebración de nuestra boda, con rayos y truenos.

Como dicen, novia mojada, novia afortunada. Y aquí estamos treinta años después, cosa que poca gente de nuestra edad puede decir ya por desgracia. Los veinticinco años no pudimos celebrarlos porque mis padres estaban muy enfermos. Teníamos un viaje reservado que hubo que anular. Espero que algún día lo hagamos. Pero para nosotros la verdad es que un par de días de asueto y tranquilidad es suficiente. No pudimos ver mucho el pueblo porque hacīa frío pero visitamos parte de un castillo. Sólo espero que mis hijos también tengan la suerte de encontrar a la persona adecuada.

viernes, 12 de octubre de 2018

No somos más tontos porque no practicamos

Me gustan los dichos populares, tanto los de autor conocido como los que se difunden de forma anónima. De hecho durante un par de años estuve escribiendo posts basados en esas frases y luego los autopubliqué en dos libros, que creo que no he comprado todavía. Hubo un momento en que tenía muchas esperanzas puestas en mis libros, y además mi blog era mucho más conocido, pero no tardé en darme cuenta de que no iba a hacer de ello un negocio. Muchas descargas gratuitas pero nada más. Para ganar dinero con los libros hace falta una editorial y publicidad y también suerte.

De todos modos, yo no me puedo considerar una escritora de verdad porque no tengo imaginación. Todo lo que escribo sale de mis pensamientos pero soy incapaz de crear una trama o unos personajes. Igual que puedo copiar más o menos un dibujo, pero no crear un diseño.  Esa parte de mi cerebro no funciona. No tengo creatividad. Tal vez por eso me gustan tanto las frases manidas. Pero tal vez es que lo que más se repite es porque lleva razón. Y tal vez deberíamos dejarnos llevar más por la sabiduría popular en lugar de intentar siempe inventar algo nuevo.

jueves, 11 de octubre de 2018

El tiempo

El otro día me hice un análisis de sangre y tuve que poner mi edad. Me cuesta mucho aceptar que ya tengo 52 años. A veces me parece que se me han volado veinte años. El caso es que a temporadas parecía que el tiempo no pasaba, como cuando los niños estaban malos y cuando los llevaba y traía del colegio. Pero ahora que ya son jóvenes me gustaría poder volver atrás a cuando nos sentábamos los cinco en un sofá para tres a ver películas de dibujos. Parece que fue ayer cuando dependían en todo de mí y yo no tenía tiempo para pensar, cosa que me venía muy bien.

Ahora pienso demasiado y sin embargo no consigo ordenar mis ideas. Me paso el día preocupada por su futuro y no veo el momento en que tengan su casa, su familia, su vida. Pero sé que cuando eso suceda les voy a echar mucho de menos, y es que así es la vida de contradictoria. Te pasas el tiempo esperando que pasen cosas, para luego lamentar que ya hayan pasado. Pero lo peor es la incertidumbre de no saber si todo saldrá como esperas. Y así se te va la vida sin darte cuenta, hasta que miras el carnet y ves que ha transcurrido otra década.

martes, 9 de octubre de 2018

Cuéntame mi vida

He estado viendo la serie Cuéntame, la temporada pasada. Siempre la veo al cabo de los meses y los episodios seguidos. Y siempre me siento muy reflejada, no porque mi familia fuera tan conflictiva, que ya es difícil. Se pasan un poco con los argumentos, pero comprendo que quieren abordar todos los temas de actualidad. Pero sí que reflejan una familia donde todos son diferentes y defienden su punto de vista, lo cual también pasaba en mi casa, y pienso que es sano aunque sea una fuente de conflictos. Lo malo es cuando no se habla y las palabras se enquistan en la garganta. Cuando los sentimientos se guardan en cajas de caudales.

Yo era de guardármelo todo y sólo lo sacaba en mis letras. Escribía en papeles sueltos que iba guardando en los libros. Me temo que todavía debe quedar alguno por ahí. Soltaba toda mi rabia, mi frustración, mi soledad. Así luego podía seguir con mi apacible vida, siempre aferrada a algún libro. Hasta los veinte años no supe lo que era vivir la vida. Así que he intentado que la de mis hijos estuviera llena de vivencias, al menos mientras estuviera en mi mano. Porque una vida sin relaciones ni experiencias no es vida, a no ser que seas monje de clausura y la hayas elegido. Todavía cuando pienso en mis años de soledad no sé cómo pude soportarlo. Supongo que porque no tenía otro remedio.

lunes, 8 de octubre de 2018

La muerte

Fui una hija del Ogino, es decir que mis padres no me esperaban. Para colmo mi abuela materna murió al poco de nacer yo, así que mi madre estaba deprimida. Con eso, y las costumbres de la época, me tocaba pasar todo el día sola en una cuna sin apenas atención. Ya sé que no debería acordarme pero recuerdo la sensación de soledad e indefensión. Entonces llegó el verano y mis padres hicieron su habitual viaje a Galicia. Durante el camino yo aproveché para morirme. Ahora dicen que los bebés pueden dejar de respirar voluntariamente. Yo puedo atestiguarlo. Fui ralentizando mi respiración hasta que no respiré más. Recuerdo que estando muerta era consciente y me encontraba muy a gusto, con lo cual fue una faena que mi madre se diera cuenta y me sacudiera haciéndome respirar.

Camino del hospital morí otro par de veces, una por media hora y finalmente me resucitaron. Me esperaban todavía diez años de falta de atención y apego. Mi padre viajaba mucho y mi madre estaba siempre ocupada con la casa y sus otros hijos, especialmente mi hermana. Yo tampoco ayudaba mucho porque era una niña muy introvertida. Al poco tiempo empecé a rezar por mi muerte. La idea me resultaba atractiva. Sólo lo hubiera sentido por mis seres queridos. Cuando dejé de pedirlo alguien intentó matarme.  Como dice más o menos la canción: soy amiga de la muerte.

jueves, 4 de octubre de 2018

Mis plantas

Desde pequeña me han gustado mucho las plantas y me he ocupado de ellas. La casa de mis padres era muy luminosa y estaba llena, así que había que regarlas casi todos los días. Recuerdo que teníamos sobre todo coleos, que se daban muy bien, aunque ahora dicen que dan mala suerte. En mi piso tengo unas veinte plantas, la mayoría en el salón y en la terraza que está cerrada. En la cocina tengo mi colección de cáctus que me ocupa media encimera y mi marido siempre se queja de que no hay sitio, pero es que hay mucha luz y les encanta. 

En la casa del pueblo, como está en la sierra, tienen que ser plantas muy resistentes al frío y al calor, lo cual no deja muchas opciones. Aún así, la verdad es que nos pasamos el día probando plantas nuevas a ver si resisten y a veces lo conseguimos tapándolas en invierno. Yo también me encariño con las plantas y siento cuando alguna se estropea. Aún guardo tres plantas de mis padres. Confieso que cuando las riego voy cantando por lo bajo por si les gusta. Por lo demás, procuro no regarlas demasiado porque pienso que es mejor quedarse corto que pasarse.  Las plantas también son parte de nuestra familia.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Mis animales

Cuando tenía cuatro años mi hermano mayor trajo a casa un perro, un precioso setter irlandés que se ganó nuestro corazón inmediatamente. Ese perro fue mi mayor fuente de cariño y compañía hasta que murió ya con dieciséis años. Yo le llamaba mi hermanito perro, y mi cachorro, aunque tuviera ya setenta años de persona, y él se comportaba como si lo fuese. Cuando murió fue uno de los peores días de mi vida, pero afortunadamente yo acaba de empezar a salir con mi marido y eso mitigó un poco la pérdida, aunque siempre estará en mi recuerdo.

Ahora tengo un gato negro de seis años y es el rey indiscutible de la casa. La relación con los gatos es un poco diferente. No van detrás tuyo, pero cuando te dan su cariño te sientes el más afortunado. Un gato se comunica por el tacto y es todo ternura, cuando el quiere, por supuesto. No quiero ni pensar en el día en que se nos muera. Es lo malo que tienen las mascotas, que viven poco, o al menos se hace muy corto porque su compañía es impagable. Son almas puras que nos honran con su compañía. Quien los maltrata, no tiene perdón de Dios.

Por cierto, no os perdais la película Alpha.

lunes, 1 de octubre de 2018

Actores españoles

El otro día vi una película francesa que no estaba mal, donde trabajaba una actriz española; así que pensé: qué horror, no habrá quién la aguante. Pero el caso es que actuaba bastante bien dentro de lo que cabe, así que llegué a la conclusión de que el problema no son los actores sino las películas. Los actores y actrices españoles sobreactúan de una forma esperpéntica. Los argumentos son manidos, previsibles y simples como para niños. Todas las emociones son exageradas e histriónicas. Incluso las escenas de acción parecen falsas. Y las gracias no tienen ninguna gracia.

Cuando veo un anuncio en la televisión, ya he visto bastante. No pagaría por ver ninguna de ellas. Creo que ni siquiera iría si me pagaran. Las películas francesas suelen ser bastante lentas, pero al menos tienen argumento. Las americanas tienen exceso de movimiento en cambio para mi gusto. Pero la mayoría de las españolas modernas no hay por dónde cogerlas. Incluso las películas de los años setenta, con ser tan previsibles. eran mucho más entretenidas. Y para colmo, encima se sienten prepotentes para hablar de política, cuando no saben ni hacer su trabajo.

VIVIR CON PAZ Jazmin blanco en octubre 01, 2018

Me ha gustado mucho tu post pero hace días que no consigo comentar.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Master chef y similares

No soporto los realities en general y éste en particular. En primer lugar porque sacan cincuenta gramos de pescado o lo que sea y desperdician el resto. En segundo lugar, porque maltratan psicológicamente a los concursantes y estos no se quejan por el vil metal. En tercer lugar porque sacan los peores instintos del público, anestesiado por nuestra sociedad políticamente correcta que está deseando desfogarse. Pero no son mejores los operación triunfo y similares y no digamos ya el gran hermano, que es ya un ejemplo de lo que un ser humano no debería soportar.

Por otra parte, a mí donde esté una buena tortilla de patatas, que se quite todo lo demás. Paso de los platos que parecen arte abtracto y apenas sirven para alimentar a un gorrión. Todos estos programas son un rasgo más de la decadencia de nuestra sociedad, que necesita sentirse viva viendo sufrir y pelear a otros por lo que ellos no se atreven a luchar. Y además es un formato basado en los tres ingredientes secretos: dinero, fama y trabajo. Con eso tienen el éxito asegurado para todos aquellos que han olvidado lo que realmente importa.

jueves, 27 de septiembre de 2018

El aborto

Otro tema del que ya no se habla. Hace años se decía que el feto era sólo un tejido. Hoy con las últimas ecografías se ha demostrado que, cuando la mujer descubre que está embarazada, lo que tiene dentro ya es un ser humano en miniatura. Pero aunque no lo fuera no se podría negar su potencialidad, igual que si matas a una oruga sabes que estás matando a una mariposa, o si te comes un huevo fertilizado te estás comiendo a una gallina. Y eso es indiscutible. Igual que un feto humano llegará algún día a ser un hombre o una mujer como nosotros.

Por eso el aborto es un crimen espantoso, un verdadero genocidio ya que ha causado la muerte de millones de personas. Algo imperdonable.Y las mayoría de las mujeres que abortan lo hacen por desconocimiento de lo que realmente están haciendo, que es matar a su hijo. Y también porque no saben que existen ayudas a nivel estatal y particular para ayudarles a afrontar el embarazo y las consecuencias posteriores. De hecho, yo pertenezco a Red madre, que en España hace una labor importantísima de acompañamiento en estos casos. Porque tener un hijo nunca es una desgracia, sino una bendición.

Los mismos cocodrilos transportan a sus crías en la boca para protegerlas sin tragarse ni una, porque pueden darnos lecciones de maternidad. Lo cual nos convierte en inferiores a muchos animales.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Ando buscando. estopa

Los que me siguen hace años saben que mi grupo favorito es Estopa, aunque no me pegue nada. Sus letras reflejan mis sentimientos, aunque a veces digan palabrotas, me siento muy identificada.

lunes, 24 de septiembre de 2018

El respeto a las mayorías

Siempre oímos hablar del respeto a las minorías y está bien que no se les ataque por serlo, pero obviamos lo más lógico que es el respeto a las mayorías. Si en España una mayoría de personas dice ser católico en algún grado, qué sentido tiene que los musulmanes se sientan ofendidos por la Semana Santa y otras fiestas católicas. Estando en país extranjero, lo lógico es que si tanto les molesta, se vayan, no que pretendan cambiar nuestras tradiciones y costumbres en una versión retorcida del respeto a la minoría, que ellos en sus países no respetan en absoluto.

Como un invitado tiene que seguir las costumbres de la casa donde se le da cobijo, son ellos los que tienen que respetarnos a nosotros. Pero es peor cuando dicen que no se debe sacar a los perros a la calle porque para ellos son animales impuros. Lo siento pero por ahí sí que no paso. Para nosotros son miembros de la familia y no vamos a renunciar a ellos. Pero siempre tiene que haber el tonto oportunista que les dé la razón, como los que pretenden convertir la Catedral de Córdoba en una mezquita. Dos mil años de historia a la basura por el capricho de unos pocos.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Eta. No olvidamos

Ya sé que hay temas de los que no queremos hablar, ni siquiera acordarnos, pero ya se sabe lo que ocurre con los que olvidan su pasado, que acaban por repetirlo. En España durante más de tres décadas, más de mil personas fueron asesinadas por eta, un grupo terrorista de extrema izquierda, cosa que antes y después se ha intentado ignorar. Los independentistas de izquierdas vascos son también comunistas. Por eso cuando murió Franco siguieron matando, porque ellos quieren más que la independencia del País Vasco, quieren una república socialista, en el sentido estricto de la palabra.

El problema es que las cosas no son nunca tan sencillas como parecen y con el tiempo acabaron atrayendo a su bando a los independentistas de derechas, léase pnv, en una unión antinatura para conseguir sus intereses. Y ahora que parece que todo está en calma, sólo lo parece, porque la realidad es que son ellos los que gobiernan en el País Vasco y por eso ya no se pelean, porque han ganado. Pero perdieron las víctimas y todos los vascos que querían vivir en paz y seguir siendo españoles. Y ahora que el Psoe está acercando a los presos, sin prisas pero sin pausa, están cada vez más cerca de lograr sus objetivos.

martes, 18 de septiembre de 2018

100 años de comunismo

El llamado socialismo real o comunismo tiene la responsabilidad de unos cien millones de muertos desde su comienzo. Muchos en guerras o fusilados y otros muchos de hambre o de enfermedad. Comunismo es sinónimo de pobreza, injusticia y falta de derechos humanos. Sin embargo, hoy en día sigue ganando adeptos cuando ya ha demostrado sobradamente que no funciona. No digo que la idea no sea atractiva pero no es aplicable y si se empeñan sólo llevan a la gente a la desgracia. Cuando cayó el muro de Berlín, hace ya casi treinta años, pensábamos que era el fin del comunismo, pero sólo fue el principio de otro intento más.

Entonces pensamos que caería Cuba, que lleva más de cincuenta años de experimento en la miseria, pero no sólo no cayó, sino que contagió a Venezuela y después a otros más. De manera que el comunismo es como una planta, que si la podas salen dos ramas nuevas. Mientras en Corea del Sur  y la rd. del Congo sobreviven a duras penas. En España nos libramos por los pelos de caer en la órbita soviética gracias a la guerra civil y ahora repetimos con el frente popular porque se ve que no tuvimos bastante. El caso es que el comunismo es como un cáncer, que no hay quien acabe con él porque va mutando, pero ya deberíamos haber aprendido la lección hace tiempo.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Acontracorriente

Es el nick que elegí cuando empecé a escribir en internet. Nada más entrar me di cuenta de que dominaba el pensamiento único y yo quería dar otro punto de vista que no estaba representado. No hace falta que diga que soy católica y de derechas, y que incluso entre los que votan al PP los postulados de la izquierda, como el aborto, han sido asumidos mayoritariamente. Así que me convertí sin querer en parte de un grupo minoritario, eso que algunos llaman extrema derecha, y otros simplemente llamamos conservadores de toda la vida, que en España no está representado.

Ir a contracorriente resulta cansado y a menudo muy frustrante. Por eso produce un desgaste y de vez en cuando tengo que tomarme un descanso para recargar las pilas y volver a la carga. Pero pienso que es necesario que alguien aporte otras opiniones, porque no se puede juzgar sin conocer todas las partes. Nuestros jóvenes han crecido en un ambiente tan monocromo que me temo que ya no tengan solución, como no sea que la madurez les haga abrir los ojos. Pero al menos la gente de mediana edad y mayor debería ser consciente de que no existe una sola ideología ni un solo modelo de sociedad. Por eso sigo adelante a pesar de la falta de recompensa.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Títulos

Las letras me llaman desde que aprendí a leer. Les he volcado mi corazón herido, mis incertidumbres y mis miedos, y ellas me han devuelto paz de espíritu. Hubo un tiempo en que escribía sin parar  Mi cerebro tejía nuevos post cada día, a veces varios, y yo no daba abasto, así que llenaba cuadernos de letras que luego pasaba a mis blogs. Sin embargo, con el tiempo mi mente se fue vaciando y ya no encontraba nuevas palabras y me sentí vacía, porque seguía teniendo la misma necesidad de comunicarme. Ahora parece que me ha vuelto la inspiración.

Mi padre solía decir que yo escribía bien, que tenía mucha capacidad y no la usaba. Creo que tenía razón pero de eso me di cuenta demasiado tarde. Tenía que haber estudiado una carrera por tener un título que me abriera puertas. Es muy difícil llegar a nada sin una titulación. Por eso algunos la falsifican, sin embargo para eso también hay que tener contactos. Hace tiempo que intento al menos tener certificados de idiomas pero hasta eso se me resiste. Se ve que no está en mi destino. Al menos yo no tengo que vivir de mis estudios, porque entonces sí que tendría un problema.

jueves, 13 de septiembre de 2018

No se puede ser buena gente

Está feo que lo diga, pero yo cuando nací era demasiado buena. Tal vez por eso, como buen angelito me fui al cielo a los seis meses. Pero allí no me dejaron quedarme y no me quedó más remedio que volver. Desde entonces la vida me ha vapuleado, pero no ha conseguido que deje de ser una buena persona, supongo que no lo puedo evitar. Si no lo hubiera sido, otro gallo me habría cantado. Porque este mundo no está hecho para los buenos, sino para los egoístas, los arrivistas, los tramposos. A ellos sí que les va bien y encima todo el mundo les quiere.

En cambio, los que vamos de buenos, yo diría de tontos, nos caen todos los golpes. Ni te haces rico, ni nadie te admira, ni tus propios allegados te toman muy en serio. Y la gente que no te conoce, peor todavía, dicen "mira esa tonta que le ha pagado un colegio privado a sus hijos y no llega a fin de mes", porque quería lo mejor para ellos. Pero ahora resulta que mi hijo no tiene profesión ni nosotros para mantenerlo indefinidamente. Y por si fuera poco, me he hecho cargo de un hermano, porque somos cinco pero yo soy la única tonta. Sólo me queda pensar que realmente existe premio en la otra vida, porque si no voy a ser el hazmerreir de todos.

martes, 11 de septiembre de 2018

Inocencia

Si me hubieran preguntado cuando era niña, yo hubiera dicho que era feliz. Simplemente porque yo pensaba que lo que me pasaba era normal. Era una niña muy inocente y no es que todos los niños lo sean. Los hay que llevan la malicia de serie. Pero yo lo era y creo que por eso no me contaminé por lo que vivía. Hizo falta que criara tres hijos para darme cuenta de que aquello no era normal y también hablar con dos psicólogas. Me gustaría decir que después no tuve más problemas en mi vida, pero la verdad es que los he tenido de todos los colores. Pero quiero pensar que no me han cambiado.

Sin embargo, cuando llega la noche vienen todos los fantasmas a visitarme y a veces me entran ganas de no despertar. Así que procuro no pensar y centrarme en otras batallas donde tengo algo que aportar, porque está claro que mi pasado no lo puedo cambiar. Sólo espero que mi experiencia al menos me sirva para no volver a caer en los mismos errores, aunque tampoco pueda evitar que otros lo hagan. Creo que la vida me ha dado un máster por haber vivido todo lo bueno y todo lo malo. Como dicen, las apariencias engañan, y hay más vida en los hormigueros que sobre la superficie de la tierra. En el fondo, la verdad, me gustaría ser una simple ama de casa nada más.

domingo, 9 de septiembre de 2018

El lado oscuro

Me temo que para saber mucho de la vida no vale ser una buena persona. La vida tiene claroscuros y no puedes juzgar hasta que no has visto el otro lado, lo has sentido en tus carnes. Por eso la generación que vivió la guerra es tan sabia. Hay que saber lo que es el dolor, la humillación, el sufrimiento, la soledad, la tristeza, la ira, el odio. Yo ya era una experta en esos temas cuando tenía diez años. No sé por qué me tocó vivirlo todo muy pronto y muy rápido. A esa edad ya me sentía una adulta y de hecho ya lo era, porque tuve un desarrollo precoz.

Pero, como solía decir mi madre, yo es que nací sabiendo. Siempre fui muy madura para mi edad. Por desgracia también era absolutamente incapaz para la vida en sociedad. En estos tiempos supongo que me hubieran diagnosticado fobia social  o algo parecido. Por entonces, solamente era la rara. Me refugiaba en los libros y supongo que eso me salvó la vida. Más tarde empecé también a escribir un diario. Y acabé en internet lanzando mis mensajes al aire por ver si a alguien le interesan, si a alguien le pueden ayudar o al fin y al cabo, si sirven para algo.


jueves, 6 de septiembre de 2018

Crianza con apego en los niños

Está muy de esto de criar con apego. Constantemente veo en la calle padres que llevan el cochecito y el bebé en brazos. Yo pensaba que el coche era una mejora por ser más cómodo y seguro para los niños que ir en brazos. Porque te puedes tropezar y caer o darle un golpe, sobretodo si al mismo tiempo intentas hacer la compra. Pero ahora si no llevas el niño cargando o en un mochila eres una mala madre, aunque el peso te deje la espalda echa polvo. Y es que ahora los bebés son los reyes de la casa, como ocurre con el colecho, que consiste en dormir con el niño, todos apretados e incómodos hasta que él decida.

Pero eso es sólo la parte visible porque luego resulta que hay que negociar con ellos como iguales y razonar todas las decisiones. Una señora se enfadó conmigo porque le dije que no podía darle a elegir a su niña qué cena quería, se cena lo que hay y ya está. Se nota que sólo tenía una o la veo haciendo un referendum con tres niños para decidir la comida. Luego están los que van a misa y se pasan toda la ceremonia escuchando al niño en lugar de al cura y dejando que moleste a los demás. Así que al final ellos mismos no se enteran de nada y el niño menos. Pues, para qué van. Creo que con tantos consejos contradictorios los padres están enloquecidos y han perdido el sentido común.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Adiós a dos blogs

Desde hace unos dos años estoy publicando información sobre la ideología de género y contra el aborto en los dos blogs que tengo anunciados en el lateral. Sin embargo, últimamente cada vez encuentro menos artículos y resulta que, cuando intento abrirlos, a menudo me entran virus. Además son de malware, de estos que intentan rastrearte el ordenador. La verdad es que no creo que sea casualidad que hayan hakeado esas páginas, pero si no encuentro un bloqueador realmente eficaz voy a tener que dejar de publicar en esos blogs.

De momento, los tengo programados hasta finales de octubre. Entretanto, veré a ver si encuentro una solución. De todas maneras, creo que ya he cumplido con el objetivo de publicar información sobre esos temas y seguirá estando en internet aunque ya no publique. Esto me quita mucho trabajo de buscar especialmente en el facebook y tendré más tiempo libre, así que tengo que buscar otra cosa a la que dedicar mi tiempo. Espero poder apuntarme a alemán este año y a taichi otra vez. Con eso ya tengo unas horas a la semana comprometidas.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Ir o no ir al médico

Hace ya unos ocho meses que tengo un tic nervioso. Me muerdo la boca por dentro. No puedo parar desde que me despierto hasta que me duermo. Fui al médico y me dijo que se me pasaría con una medicina para el temblor esencial. Pero no hay manera. La psicóloga dice que es psicológico. Y mientras yo sigo mordiéndome. También tengo que hacerme un análisis porque tengo el tiroides justo en el límite por lo bajo pero no lo bastante para poner medicación. Y tengo que volver al ginecólogo por el quiste que tengo en el pecho, que tampoco le han dado importancia, pero nunca se sabe.
 Además tengo pendiente otro análisis sobre la vitamina D y el nivel hormonal, porque según el médico estoy menopáusica pero yo creo que no, ya quisiera. Y tendría que ir al intestinal, que todavía tengo pedientes las hemorroides. Además del tema de las varices, que hace mucho tiempo que no me lo miro. Claro que tiene poco arreglo, igual que las rodillas, desde que me dijeron que no me operara el menisco, que no valía la pena. Así que, voy al médico o no voy, la verdad es que no me apetece nada y no me dan ninguna solución, así que creo que lo seguiré dejando. Luego dicen que tenemos que hacer revisiones pero a mí no me sirven para nada.

viernes, 31 de agosto de 2018

Lo que no me contaron

Cuando yo era joven ni mi abuelo ni mis padres hablaban jamás de la guerra civil. Era algo en lo que no querían ni pensar siquiera. Tampoco en el colegio nos contaban demasiado. Yo pensaba que estaba bien olvidar pero ahora ya no estoy tan segura, porque parece ser que los de un bando nunca olvidaron y transmitieron sus historias de generación en generación. Y ahora resulta que tenemos sólo una versión. Y ya se sabe lo que ocurre con aquellos que olvidan su historia, que están condenados a repetirla. Ahora que es tarde, pienso que mis padres debieron contarme con pelos y señales todos los horribles sucesos de las que habían sido testigos.

El único recuerdo que contaron fue que mi bisabuelo por las noches tenía que esconderse en el monte para que no le detuvieran, y asesinaran, por el simple hecho de tener una biblia en casa. Lo peor de esa guerra no fueron los combatientes sino las víctimas civiles, la mayoría de ellas por simpatizar con un bando o con la iglesia. Eso es lo que algunos no quieren que sepamos. Ni tampoco lo que ya ocurría en famosa república que tantos alaban ahora. Por eso es nuestro deber, ahora que la mayoría de los protagonistas ya han muerto, de conservar todas las anécdotas posibles para que la verdad no acabe diluyéndose en el tiempo. Porque la memoria no es histórica si está incompleta.

miércoles, 29 de agosto de 2018

La casa por el tejado


De vez en cuando veo programas donde hacen reformas de casas. En algunos compiten por arreglarla o cambiarla por otra. Cuando empiezan la reforma suele ocurrir que bajo la pintura existe moho, las cañerías están oxidadas y los cimientos están gastados. Entonces uno se pregunta si realmente merece la pena gastar tanto tiempo. dinero e ilusiones en algo que no va a durar mucho porque cada día le encuentran más fallos. Y algunos deciden comprarse una casa nueva, pero la vieja la venden para que otro lidie con sus defectos. Yo creo que sería mejor tirarla.

Con la vida ocurre algo parecido, que un día descubres que las paredes tienen grietas, los pilares ya no sostienen nada y hasta el suelo que tenías bajo los pies se está moviendo. Entonces, qué haces. Te conformas con vivir en la vieja casa porque está llena de recuerdos, te empeñas en solucionar lo que no tiene arreglo o prefieres volver a empezar en un sitio nuevo, limpio y vacío. Hay casas que tienen defectos de construcción y no te queda más que vivir con ellos o descartarlos. Mejor descubrirlos cuanto antes, porque después ya te habrás encariñado con tu hogar y será mucho más difícil cambiarlo.

lunes, 27 de agosto de 2018

El ideal

Cuando uno tiene hijos les enseña a cruzar el semáforo siempre en verde para peatones porque busca para ellos la mayor seguridad posible. Aunque sabes perfectamente que con el tiempo acabarán cruzando por cualquier sitio y en cualquier momento. Sin embargo, el ideal siempre es la mejor opción para empezar. Así, por ejemplo, uno se casaría en principio con la intención de que sea para siempre porque si no no tendría sentido el vínculo. Pero hoy en día la boda se ha convertido en poco más que una fiesta para celebrar el amor, dure lo que dure. De ese modo es lógico que la mayoría no sobrepasen los cinco años.

Es decir, que hemos perdido el ideal. He visto a menudo como padres cruzan con sus niños pequeños  por sitios incorrectos y con semáforos rojos. De este modo les están enseñando incorrectamente desde el principio. Se ha perdido el ideal del esfuerzo. Antes esperabas que tus hijos tuvieran una profesión y trabajaran. Ahora algunos nos conformamos con que no se metan en problemas. Habia un sistema de valores que pasaba de generación en generación y ya no existe. Como antes se decía, para educar un hijo hace falta una tribu, porque los ideales iban difundiéndose sin necesidad de tener que insistir. Ahora dependen de la voluntad de cada uno.

viernes, 24 de agosto de 2018

La agorera

En este cuento me ha tocado el papel de bruja mala. Mira que a mí me gustan las historias con finales felices pero yo sólo puedo hablar de temas desagradables. Alguien tiene que contar el sufrimiento de los bebés que son abortados y el de las mujeres que lo hacen y sus parejas. También hay que contar que en los hospitales se están deshaciendo de los enfermos incurables, por no hablar de los niños síndrome de down que ya casi no existen. No se puede ignorar que muchos homosexuales mueren jóvenes a causa de infecciones intestinales. Y que muchos inmigrantes no tienen intención de integrarse sino más bien de atentar contra nosotros.

Son muchos los temas políticamente incorrectos que no se tocan hoy en día en los noticiarios ni en películas o documentales. Nadie quiere saber lo que ocurre con los derechos humano en los países comunistas o en muchas dictaduras islámicas. Digamos que somos más felices ignorando que en países orientales siguen comiendo perro. A  mí también me gustaría ignorar que existen acusaciones falsas de violencia de género que perjudican a hombres y mujeres. Y lo peor de todo para mí, que siguen exisiendo redes de pederastia que para colmo pretenden que se reconozcan sus derechos.Y además ya no sabemos de qué lado está la iglesia. Pero alguien tiene que contarlo y esa persona soy yo aunque me haga la más impopular de internet.

miércoles, 22 de agosto de 2018

La inmigración

Hace unos diez años era yo todavía muy ingenua con este tema y pensaba que todos los inmigrantes se podían integrar sin problemas. Ahora distingo entre los que vienen de América, con nuestra lengua, cultura y religión y los demás.  Los primeros por lo que yo sé se acostumbran tan bien a nuestro país que a menudo las nuevas generaciones no quieren regresar a sus países de origen. En cuanto a los del norte de Africa la cosa es muy distinta. Recuerdo que estuve en París hace unos años, en la zona del Moulin Rouge y aquello parecía un zoco de Marruecos. Los inmigrantes musulmanes forman guetos donde mantienen su religión y todo lo que supone.

De ese modo, incluso los que quieren integrarse lo tienen muy difícil debido a la oposición del entorno. Y los que permanecen a menudo acaban volviéndose integristas. Conozco a un musulmán que tuvo que irse a otro pueblo para poder hacer su propia vida. En cuanto a los inmigrantes de raza negra, resultan ser también musulmanes en su mayoría, con lo cual tienen el mismo problema. A mí siempre me había gustado esa cultura. Incluso pasé mi viaje de novios en Marruecos. Pero no se puede negar que existe un salto histórico de varios siglos entre nosotros, y que es más fácil que se acostumbren al móvil que a la democracia.

lunes, 20 de agosto de 2018

El matriarcado

Otro de mis post polémicos. Se dice por ahí que si las mujeres gobernaran el mundo todo iría mejor, que no habría guerras. Yo creo que nadie se hablaría con nadie porque a rencillas no hay quien nos gane. Además, si las mujeres mandaran no habríamos salido todavía de la cueva. Esto es porque nosotras apreciamos la seguridad y la familia por encima de todo. El gusto por el riesgo y la aventura son componentes asociados a la progesterona. De acuerdo que los hombres han hecho muchas cosas malas pero también casi todas las buenas.

Se dice que las sociedad nórdicas eran matriarcados y les iba muy bien. Pero es que los hombres no estaban nunca en casa. Se pasaban el día saqueando otros pueblos para traer riquezas y secuestrar otras mujeres, de manera que la diversidad genética también estaba asegurada. El otro día leí un artículo de un experto que apoyaba esta teoría. https://sobreideologiadegenero.blogspot.com/2018/08/la-mujer-no-hubiera-salido-de-la-cueva.html La evolución, los inventos y la tecnología generalmente son caracteres masculinos, mientras que el cuidado, la compasión y la memoria son elementos femeninos, y no hay nada de lo que avergonzarse.

viernes, 17 de agosto de 2018

Ocho apellidos

Voy a repetir el artículo que más problemas me ha traído. Creo que lo escribí antes de las películas. Cuando alguien dice que tiene ocho apellidos de una zona, es probable que los habitantes de allí estén todos emparentados en algún grado. Es decir, que sean primos lejanos. Sucede así en Finlandia y por eso tienen tantos casos de cáncer, porque los genes recesivos se ven fortalecidos por el parentesco. También pasaba en las Islas Cies y por eso había tantos minusválidos físicos y psíquicos. En otras palabras, quien presume de tener ocho apellidos de la zona, no debería estar orgulloso.

La consanguinidad es la fuente de muchos problemas y empobrece las poblaciones. Eso es evidente con algunas especies animales que se quedan aisladas y con el tiempo acaban desapareciendo. En cambio, la riqueza genética fortalece a las especies y evita enfermedades. Antes en España había mucha movilidad entre las provincias y de ese modo se garantizaba la diversidad genética. Aquellos que pretenden asegurar la pureza de la raza lo único que consiguen es perjudicarla. Si Hitler hubiera conseguido su sueño ario, unas décadas más tarde no serían ni la sombra de lo que eran porque la consanguinidad debilita cuerpo y mente.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Portugal

Hemos estado cinco días en la región del Alentejo. Primero fuimos a una playa muy bonita pero estaba abajo de un acantilado y bajamos un montón de escaleras. El tiempo estaba agradable a la sombra y el agua muy fría. El segundo día fuimos a una playa más accesible aunque tenía muchas olas. Yo no me bañé porque las rodillas ya no me sostienen pero mis hijas sí. El tercer día fuimos a Lisboa y subimos hasta el castillo y luego volvimos a bajar callejeando. Estaba muy bonito y compramos un montón de souvenirs.  La casa que alquilamos era pequeña pero agradable y bastante fresca.

Los viajes no se nos dieron mal . Había poco tráfico en general, aunque las carreteras interiores están en mal estado. En general han sido unas vacaciones muy tranquilas por un paisaje precioso. Esa zona no se ha quemado recientemente. Volvíamos a casa para dormir la siesta y hemos comido unos bollos buenísimos. A la ida paramos en Cáceres y a la vuelta en Mérida y visitamos un poco las dos ciudades. Vimos el teatro romano y el anfiteatro a mediodía y claro, hacía un calor tremendo. Ahora ya estamos de vuelta en casa con el aire acondicionado.

jueves, 9 de agosto de 2018

Carnet por puntos para padres

Es el título de mi artículo más difundido. Fue hace diez años. Por entonces, yo estaba convencida de saber cómo hacer las cosas y hacerlas bien. Hoy me gustaría tener esa seguridad. He descubierto que el tiempo no mejora las cosas, sólo las complica. Yo tenía cuatro pilares en mi vida: mis padres, la iglesia, mi marido y mis hijos. Mis padres murieron porque es ley de vida, la iglesia dejó de atraerme con el papa Francisco, mi marido me dió razones para dudar y mis hijos me han traído muchos problemas. De manera que el techo se me cayó encima y acabé con antidepresivos.

Hace diez años todavía lo tenía todo controlado y con cuarenta años mi salud era bastante buena. Ahora he renunciado a tener ningún control y tengo montones de achaques inofensivos que me complican mucho la vida. De manera que, como suele pasar, ahora que tengo más tiempo y dinero no puedo disfrutarlo. Supongo que es el curso normal de las cosas. Sin embargo, echo de menos ese convencimiento de saber lo que hay que hacer y esa facilidad para decirlo. Cuando pensaba que lo peor había pasado y no había hecho más que empezar. Esos tiempos en que me creía con autoridad para aconsejar a los demás. Supongo que al menos he adquirido humildad.

Me voy una semana a Portugal. Besos

miércoles, 8 de agosto de 2018

La educación de los niños

Fue uno de los primeros posts que escribí. Entonces estaba muy convencida de estar haciéndolo bien porque mis hijos se llevaban estupendamente. Jugaban juntos, íbamos toda la familia a todas partes. Les gustaba leer y comprábamos muchos libros. Sólo jugaban con la consola el fin de semana. Tenían amigos pero no se metían en problemas. Se conformaban con poco y nunca se quejaban. Veiamos películas toleradas juntos en casa o íbamos al cine. Empezaron a ir de campamento cuando ya tenían diez años y sólo quince días. El resto del verano lo pasábamos en familia.

Así que yo pensaba que éramos un modelo a seguir. Veía a otros niños que se peleaban con sus hermanos. Padres que no se ocupaban de ellos o que los tenían agobiados con actividades. Yo me pasaba el día con ellos y no necesitaba más, aunque estuvieran siempre medio malos. Así que me veía muy calificada para escribir sobre el tema. Con el tiempo cada uno siguió su camino. Ahora empiezo a tener el complejo de nido vacío, pero ya no estoy segura de haberlo hecho bien y recuerdo esa época con melancolía, cuando estábamos tan unidos, aunque supongo que es lo normal.




lunes, 6 de agosto de 2018

No quiero ir al Caribe, gracias

Así se llamaba un post que escribí hace unos diez años y que no fue muy bien comprendido, como me pasaba siempre en ese blog.  Eran los tiempos de bonanza y la gente se endeudaba para cualquier cosa, incluído un viaje al otro lado del mar, en lugar de quedarse en los miles de playas que tenemos en España. Ya deberían haberle visto las orejas al lobo, pero parece ser que ahora también, después de la mejora en la economía, que ya no va  durar mucho, las familias han empezado otra vez a endeudarse con los clásicos créditos rápidos que te ofrecen en cada esquina. Luego se lamentarán de que no pueden pagarlos, y que les ayude el estado.

No es que tenga nada contra el Caribe pero tampoco veo la necesidad de conocer personalmente todo el mundo, menos ahora que por internet puedes ver hasta el más minimo detalle. Tampoco tiene sentido llevarse a los niños al extranjero pensando que será una gran experiencia, cuando lo cierto es que a los pocos meses ya lo habrán olvidado. Mis hijos estuvieron dos veces en París y dos en Lisboa y dicen que no recuerdan nada. Incluso cuando les enseño las fotografías no se avivan sus recuerdos. Además teniendo en España tantos sitios maravillosos a donde ir y algunos casi desconocidos. Son más ganas de exhibirse en las redes con las amistades que otra cosa.

viernes, 3 de agosto de 2018

El irresistible encanto de meterse en la boca del lobo

Las noticias se suceden, se solapan y anulan unas a otras a tal velocidad que cada vez es más cierta esa frase de que no existe en el mundo nada tan viejo como la sensacional primicia de ayer. Cuando lean estas líneas, el rescate de los niños de la cueva de Tailandia nos parecerá a todos casi tan antiguo como las gestas de Almanzor. Y, sin embargo, una vez pasadas primero la zozobra y luego la euforia del rescate, existe un hecho que me llama la atención. Por supuesto me dio mucha alegría que tuviera final tan feliz. También estoy de acuerdo con los que señalan que la peripecia de los trece Jabalíes ha sido un positivo contrapunto con respecto al resto de las noticias que nos devoran: conflictos étnicos, crisis, guerras, infinitas torpezas políticas o cualquiera que sea la extravagancia semanal de Trump. Tampoco pienso aguar la fiesta señalando que, mientras se rescataba a los chicos, no muy lejos de allí, en Puket, y debido al mismo temporal, treinta y tres turistas perdieron la vida en tanto que aún más al sur naufragaban otros dos barcos causando otra cincuentena de muertos. De los últimos dos naufragios las agencias de noticias ni siquiera se ponen de acuerdo en el número de víctimas, pero tampoco parece que importe demasiado, siempre ha habido tragedias más mediáticas que otras y desde luego no hay nada tan imbatible, mediáticamente hablando, como un drama que acaba bien. Los bien pensantes han señalado lo inspiradora que ha sido la gesta. Incluso un periódico tan poco dado a la sensiblería como The Guardian señaló en su editorial que «la aventura de la cueva de Tailandia ha sido un poderoso recordatorio de lo que el ser humano es capaz de hacer cuando se sobrepone a sus miedos: salir adelante y anteponer a su prójimo. Doce niños fueron devorados por la oscuridad el mes pasado. Pero, cuando lograron retornar a la luz, con ellos nos la han traído también a nosotros». No obstante, y ya digo que sin ánimo de aguarle la fiesta a nadie, existe un curioso efecto colateral de la noticia que me gustaría comentar. Antes de que Internet convirtiera al mundo en un colosal escaparate, antes de que, gracias a las redes, cualquiera puede tener su cuarto de hora de gloria universal, un sucedido como este habría servido para advertir de lo que puede pasar si doce niños que no saben nadar se adentran (nada menos que cuatro kilómetros) en una peligrosa cueva. De hecho, he aquí el origen de lo que ahora conocemos como literatura. Contar al resto de la tribu qué pasa si uno se mete en la boca del lobo. Un aviso a incautos, una alerta a cabezas locas. Pero todo eso era antes. En el mundo hiperconectado ocurre todo lo contrario.


Durante el rescate y también después, en todas las televisiones entrevistaron a personas que habían vivido situaciones parecidas. Sus respuestas eran siempre las mismas. «Estuve a un tris de perder la vida, pero volvería a hacerlo mil veces». «Pasé meses en coma después de un accidente de buceo, pero lo primero que hice al sanar fue volver a la misma cueva submarina». Y a todo el mundo le parece sensacional. Nadie piensa «qué imprudencia, habrá aprendido algo, tendrá más cuidado de ahora en adelante», sino que admira su arrojo, su desprecio a la muerte. Es, salvando las distancias, el mismo fenómeno que el balconing, o caminar por la cornisa de un rascacielos, o circular a 260 kilómetros por hora en un coche y grabar la hazaña, o cualquiera de las gestas imbéciles que uno ve en Internet. Qué valientes, qué machos, voy a darles un like y a ver qué se me ocurre para convertirme yo también en noticia por un día. Por eso las gestas con final feliz como la de los Jabalíes ya no cumplen su función aleccionadora de antes, sino más bien todo lo contrario. Por eso da exactamente igual que, para rescatar a un incauto que se cree espeleólogo/submarinista/alpinista/funambulista  o lo que sea, se gaste una fortuna e, incluso, pierdan la vida uno o varios de los rescatadores; la gente cada vez necesita echarle órdagos más sonados (y mediáticos) a la muerte. Por la magra gloria de ser alguien durante un cuarto de hora, por un puñado de Likes o por salir en el telediario de las nueve.
 https://www.xlsemanal.com/firmas/20180730/irresistible-encanto-meterse-la-boca-del-lobo-carmen-posadas.html

miércoles, 1 de agosto de 2018

Como oveja en medio de lobos


El Papa Francisco acaba de aceptar la renuncia del cardenal o depredador emérito McCarrick, que no era, como pretenden los medios de adoctrinamiento de masas, un «pedófilo», sino un sodomita todoterreno que, de vez en cuando, lanzaba también sus garras a menores. La Iglesia, si en verdad desea atajar la plaga que la infesta, debería empezar por no dejarse acunar por las consignas mundanas, que a la vez que lanzan su anatema contra la pederastia exaltan modelos de vida que constituyen su vivero natural.
Un amigo psiquiatra que ha tenido que prestar sus servicios en diversas causas eclesiásticas vergonzosas me contaba que en los seminarios de muchas diócesis estadounidenses no se admitió durante décadas a ningún postulante que no probara sus querencias socráticas; y que todo seminarista en quien se detectaban virtudes varoniles era de inmediato expulsado. Si la Iglesia desea en verdad limpiar sus establos de Augias y también rebelarse contra el destino que el mundo le ha asignado (desleírse como un azucarillo en la irrelevancia, a la vez que los escándalos la convierten hoy en diana de todos los vituperios y tal vez mañana en carne de persecución, si no se resigna a un papel de lacayuela acomodaticia que se tolera con tal de que atiborre a los católicos de sal sosa), tiene que reunir el valor suficiente para afrontar el problema hasta sus últimas consecuencias, sabiendo que la pederastia no es la raíz del problema, sino el corolario natural de algo que el mundo exalta y festeja orgullosamente. Por supuesto, no tiene por qué hacerlo al modo expeditivo del joven Papa de Sorrentino, sino que debe actuar con extrema cautela, recurriendo incluso a la disciplina del arcano, recordando que tiene la obligación (por encomienda divina) de ser astuta como serpiente.

No se puede seguir encubriendo a depredadores como McCarrick; pero tampoco se puede poner en la picota a inocentes como los sacerdotes granadinos del caso Romanones, acusados por un loquito o saco de pus a quien el Papa concedió insensatamente crédito y publicidad. Aquellos sacerdotes calumniados fueron suspendidos de su ministerio; fueron escarnecidos y arrastrados por el fango por el periodismo carroñero (que, a la vez, aplaudía taimadamente al Papa); fueron increpados y hostigados por la chusma, hasta que sus vidas se convirtieron en un infierno. Ahora el Papa acaba de recibirlos, para pedirles perdón humildemente. Se agradece enormemente que el Papa pida perdón por un error tan grueso; pero mucho más se agradecería aún que el Papa actuase prudentemente con aquellos cuatro componentes de la virtud de la prudencia que detallaba Aristóteles: rectitud o recta ordenación de la voluntad hacia el Fin Último de sus actos; perspicacia o penetración de los fines intermedios; maña en el conocimiento de los medios, y tacto o conocimiento de las circunstancias, así como discreción y tino en su análisis. Tal vez en esto la Iglesia podría también aprender del joven Papa de Sorrentino y empezar por renegar (¡siquiera un poquito!) de la obsesión mediática que la ha convertido en un circo (con frecuencia circo de los horrores, casi siempre circo de las banalidades y el macaneo) cuyo repertorio hastía y a nadie atrae ni interpela, por su adhesión sonrojante e inane a los paradigmas culturales del mundo. La Iglesia no debe olvidar que ha sido enviada "como oveja en medio de lobos"; y debe empezar por evitar la compañía de lobos que sólo desean tergiversar sus palabras, o bien sobornarla con halagos taimados, para que sus palabras acaben acomodándose al discurso mundano. Por ejemplo, combatiendo desnortadamente la pederastia que la infesta sin discernir su verdadera causa, por no atreverse a juzgar los usos del mundo.