Con mi hija todavía con las costillas rotas, ayer se cayó mi hijo mayor y se ha roto un diente y tiene una fisura en la nariz. Teniendo en cuenta que la pequeña se torció un tobillo al principio de las vacaciones y se ha pasado un mes coja, resulta que hemos estado de hospitales con los tres. Qué desastre. Yo ya no gano para sustos. Ahora a ver si le arreglan bien el diente y no se nota mucho. Así que no me quedan muchas ganas para hacer nada.
Todavía no he puesto los enlaces de este nuevo blog a las páginas que leo ni he seguido a nadie. Los comentarios los voy contestando poco a poco. Como tengo tres blogs en activo a veces se me pasa alguno. Además, los leo desde la tablet y ahí me cuesta más escribir. Así que espero que nadie se moleste porque no le sigo o no le contesto. Tardaré un poco en ponerme al día. Gracias por estar ahí, a los antiguos y a los recién llegados. Besos.
Claro que te creo, dicen que las desgracias nunca vienen solas y estoy viendo que es verdad.
ResponderEliminarSuerte y te mando toda la energía positiva para que tus hijos se pongan bien.
Un abrazo.
Gracias. Un beso.
Eliminartranquila, una cosa a la vez
ResponderEliminarsaludos!
Eso quisiera yo. Un beso.
EliminarVaya, cuánto lo siento... Menuda rachita lleváis. A ver si a partir de ahora el año ya empieza bien para todos vosotros. Un besote!!!
ResponderEliminarEso espero. Vaya 2017. Un beso.
EliminarUf! a veces pasa así....no sé si recuerdas que yo he hablado del choque de mi hija, pues antes fue mi marido y después yo =(((
ResponderEliminarTú no pienses nada malo, al contrario, cosas buenas y verás que todo pasa.
Un abrazo y ánimo Susana. =)))
Qué barbaridad. Suerte que no fueron graves. Un beso.
EliminarVaya tela!!! Yo también tengo a Ana y a Lucía con una mano fracturada cada una. Esperemos que mejore todo, muchos besos Susana.
ResponderEliminarLas dos con la mano rota. Pobrecita. Qué se mejoren. Un beso.
EliminarDespués vienen las buenas todas juntas.
ResponderEliminarAnimo y sacar lo mejor de la situación. Tengo 2 hijos y los dos motoqueros, vivía con el alma en un hilo, quebrados, arrollados, en fin...hasta que tanto ruego al cielo dejaron la moto. Gracias a Dios, porque con lo loquillos...ya los veía en mortaja.
Qué bien que dejaron la moto. Gracias. Un beso.
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