lunes, 2 de diciembre de 2019

No se pueden exprimir manzanas

Cuando leo blogs sobre maternidad a veces me da la impresión de que intentan sacar de sus hijos más de lo que ellos pueden dar. No se dan cuenta de que un niño es un adulto a medio formar y hay zonas de su cerebro que aun no funcionan al cien por cien de su capacidad. Aparte de eso, su capacidad de olvidar sí que es inmensa. Yo he intentado muchas veces meterles alguna idea en la cabeza y al cabo de los años ves que de ese esfuerzo no queda ni rastro. Sin embargo, hay padres y madres que piensan que su hijo es un saco sin fondo de sabiduría.

Que esperen diez años y verán como el primero que aparezca en su camino tendrá mucha más influencia sobre ellos que sus padres. Llega la adolescencia y de nuevo tienes un libro en blanco y da igual que te asesores de los pies a la cabeza sobre el tema, porque cada niño es distinto y asimila las cosas a su manera.  Así que aquellos padres que están tan convencidos de tener todavía las riendas de su retoño, yo les diría que no se hagan ilusiones, que luego es peor. Que recen mucho si son creyentes y esperen que todo salga bien.

24 comentarios:

  1. Napoleón dijo que a los hijos hay que educarlos veinte años antes de que nazcan, esto es educar primero a los padres. Pero no funciona, y ahora hay personas que inventan sistemas, métodos y vuelven locos a los niños. La naturalidad se ha perdido. Abrazos

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  2. Ya llevamos años que en vez de educar a los hijos les queremos convertir monstruitos sabiondos mucho antes de ser adultos
    . Los niños no tienen horas de asueto ni vida propia. Tienes un e-mail.

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  3. La adolescencia es un periodo muy difícil en la vida de las personas.Es complicado tanto para los padres como para los hijos. Yo no volvería por nada a pasar por ella. Es una etapa de mucha inestabilidad y un montón de inseguridades. Abrazos.

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  4. Que razón tienes en lo que dices...y llegará también el día, cuando ya son adultos, en que ellos son los que mandan en tu casa y te dicen lo que tienes que hacer.Besicos

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  5. Tienes razón... la adolescencia es una lotería. Cada uno es diferente y los problemas que plantean también.
    De niños plantamos semillas esperando que cuando lleguen los momentos difíciles, ellos tengan una base en la que sustentarse. Pero lo dicho, es una lotería y un sarampión por el que de una u otra manera han de pasar. Los padres mientras tanto... pues a cruzar los dedos y que pase pronto.

    Besicos

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  6. a los niños y adolescentes no hay que contarles batallas sobre cosas del pasado que quizá de mayores les interesen, pero que por ahora les aburren. en mi infancia he pasado demasiado tiempo entre adultos, y eso no es bueno.
    besos!

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  7. No me gusta la educacón de ahora a los críos.
    Un abrazo.

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  8. Tienes la experiencia de ser madre y de aprender. Un niño es igual porque también tiene que aprender pero, nunca lo obligues si jo es necesario porque le harás daño. Tienes el corazón de una madre y tu marido el de un padre. Nunca castigueis si no es necesario porque podríais hacer daños irreparables...

    Las catarastas ya no son una operación complicada. La primera o la segunda noche molesta con las gotas y volver al siguiente día y luego, poca cosa mas si todo sale bien.

    Tóma te tu tiempo como yo me tomo el mío pues lo importante es que estés bién....esteis bien los dos....

    Besos

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  9. Opino cono tú... Todo a su tiempo. No se debe forzar a los niños, se les hace mucho daño, al tratar de que sean superdotados. Buscan hacerlos competitivos y no precisamente felices.
    Un abrazo.

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  10. Un tema interesante el que expones sobre los niños, los hijos.

    Soy consciente de haber interactuado con, en este caso mis dos nietas, 15 y 8 años, desde casi siempre, no en vano vas aprendiendo día a día, con bastante naturalidad y equilibrio. Por un lado las hemos ido educando, conviviendo con ellas de manera estrecha, que no forzando nada, aquí el entorno familiar es bastante liberal. Cierto que hemos llevado siempre, procurado, una "línea", pero no una línea escrita, estricta o permisiva. No. Es más bien como digo, natural. Cada día ha ido trayendo la vivencia, la lección, la experiencia mutua para adultos y niños.

    Justo hace dos días, comentaba con mi esposa una reacción y "crítica", de cierta madurez, que la más pequeña había tenido al contemplar una gran exposición, en un centro comercial, de múltiples artículos para los perros. Había de todo y para todo. Algunos, por no decir la mayoría, rozando el ridículo de la extravagancia...

    Cierto que son dos niñas que viven en zonas rurales. Ellas en piso, pero otros abuelos y familiares en caseríos. Perros, conejos, gallinas, huerta, árboles, etc., es, ha sido, su ambiente de crecimiento. Vivimos en un valle rodeados de montes. Valle que es muy frecuentado por mucha gente que, sobre todo, los fines de semana pasea por él... No estamos aislados. Al contrario.

    Pero, como digo, soy consciente de que de las enseñanzas practicadas, de nuestra propia forma de vivir, de encarar las cosas de la vida, etc., ellas van absorbiendo lo más natural. Y sin que sean conscientes de todo, puede que de casi nada de lo que perciben, se les va marcando una impronta que, con el paso de los años, será imborrable.

    Aún así, serán sus vidas las que tengan que vivir!

    Un último apunte, amiga, sobre el rezo y la espera. Y sé lo que quieres señalar. Antes de tener que rezar... y esperar, ¡trabajad a vuestros hijos! Como trabajaríais una huerta, sin frutos todavía, con la certeza de que de tal trabajo cosecharéis lo mejor!

    Y sobre tu anunciada ausencia, hasta la vuelta.

    Gran abrazo Susana.

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  11. El entorno natural es lo mejor. Mis hijos ya son mayores. Un beso

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  12. A veces eso de ser padres debería venir con un manual de instrucciones

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  13. Coincido en pensar que si tuviste un hijo ayer, llevas un dia de retraso.
    Se trata de encauzar suavemente las normas, con mucho amor, pero concretamente. La adolescencia es la época peor, y aquí ante todo vale el ejemplo.

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  14. Mi hijo mayor va a cumplir doce años y ya empiezo a ver la influencia que «los de fuera» empiezan a tener en él. Deseo que algo de lo que le queremos inculcar quede grabado en alguna parte de su ser, aunque reconozco el miedo que me da pensar que, como tú dices, no quede ni rastro después de tanto esfuerzo.
    No soy creyente, así que no rezo, simplemente confío en que el esfuerzo haya valido la pena.

    Besos.

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