Estaba viendo el programa Amigas y conocidas y hablaban de estos temas. El Black friday que se ha convertido en una nueva excusa para consumir compulsivamente, pero parece ser que perjudica a las tiendas pequeñas porque en estas fechas suelen vender caro antes de las navidades, para bajar los precios después en las rebajas. Así que una vez más esta costumbre foránea no se adapta a nuestras necesidades y sólo beneficia a las multinacionales, pero ha sido aceptada con entusiasmo porque mucha gente encuentra en comprar barato una fuente de felicidad, aunque sean cosas innecesarias.
Luego vino Elsa Punset a hablar de su libro Felices, donde explica precisamente que esas fuentes de felicidad momentánea a la larga no satisfacen. Yo también escribí un libro llamado Mi gran secreto de la felicidad que está a la venta en Bubok. Ahora os dejo el enlace. Hablo de que para ser feliz hay una serie de fórmulas, una de las cuales puede ser salir de la rutina viajando, por ejemplo, pero siempre con sentido común porque viajar por viajar endeudándose a la larga no compensa. Y tomar las decisiones adecuadas, no precipitarse por ejemplo a la hora de elegir pareja. Y otras muchas pequeñas acciones que marcan la diferencia. Porque uno no puede evitar sufrir cuando tiene una desgracia. pero sí puede en la medida de lo posible elegir opciones en la vida que den mejor resultado.
Mi-gran-secreto-de-la-felicidad
El consumir por consumir es una enfermedad, muchas personas se sienten tan infelices que creen que el comprar y comprar les dará felicidad, no se dan cuenta que están muy equivocadas pues la felicidad se consigue con cosas mucho más sencillas y está en nosotros mismos elegir ser felices o infelices. Besicos
ResponderEliminarAl menos se puede elegir maneras de intentarlo. Un beso.
ResponderEliminarLa gente es feliz comprando cualquier cosa. Yo a veces sin ser estos días, me hago algún regalo; una tontería que me anima y además la disfruto mucho. Pero tener la obligación de gastar dinero cuando salen las ofertas de cualquier tienda o superficie sin necesidad de gastar, no lo entoendo...A veces me hago algún regalo cuando es necesario y me lo permito (a veces ahora en confidencia entre tu y yo, me salgo un poco pero no me arrepiento)...
ResponderEliminarEn estos días de ofertas económicas me ofende la manipulación que se hace de la gente pero, claro, las tiendas estan abiertas para vender cuanto mas mejor y la gente llena el vacío de su espiritu comprando cosas que llegan a averiarse pero que un día, las icieron felices...
Eso no es felicidad. Es sólo una alegría momentánea. La felicidad es un estado general cuando estás satisfecho con tu vida. Un beso.
EliminarLas multinacionales ponen de moda lo que sea. Y han llevado a la quiebra a todo pequeño comerciante. Gracias por invitarnos a leer tu libro. Ya te comentaré.
ResponderEliminarUn abrazo.
La mayoría del dinero se va fuera. Un beso.
EliminarYo voy sacando la felicidad de dentro, el contorno es una alegría, una satisfacción, pero al felicidad es mucho mas importante. Abrazos
ResponderEliminarNadie te la va a proporcionar. Un beso.
EliminarAbsolutamente de acuerdo contigo, Susana. La felicidad es un estado de ánimo en un equilibrio con lo que tienes, disfrutándolo. Es un tema para debatir muy interesante y también arduo...
ResponderEliminarGracias, guapetona.
Besos y estupendo finde.
Es una suma de muchas cosas. Un beso.
EliminarEl Black Friday hay que cogerlo con pinzas. Muchos de los chollos que ofrecen realmente no son tales.
ResponderEliminarLa felicidad es una decisión. No es feliz el que puede, es feliz el que quiere.
Besotes!!!
Ya sabes que yo estoy deprimida pero en conjunto me considero feliz. Un beso.
EliminarTotalmente de acuerdo Susana, la felicidad no es comprar impulsivamente en el Black Friday. Por cierto, que estamos en España, bien podrían llamarlo Viernes negro.
ResponderEliminarLa felicidad es algo muy distinto.
¡¡Besos!! :D
Desde luego. Es negro de negativo. Un beso.
EliminarNo estoy dispuesta a que me manipulen a la hora de consumir sin ninguna necesidad. Por supuesto que de vez en cuando me doy algún capricho, pero cuando yo quiero y lo veo conveniente. Me acabo de mudar a Pamplona, y estaba el centro lleno de gente a rebosar que entraba y salía de las tiendas como si le regalasen las cosas.
ResponderEliminarYo a eso no le llamo felicidad, por supuesto.
Aquī tambięn. Parecían hormigas en un pastel. Un beso.
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