viernes, 16 de marzo de 2018

Mi gatín

Tengo un gato negro y es experto en camuflaje, de manera que cuando se va a dormir no le encontramos. Conocemos ya algunas de sus guaridas, como dentro de las sillas del comedor o bajo la silla de mi cuarto, pero a veces consigue despistarnos. La última vez estaba dentro de un cajón bajo la cama del chico. No sé cómo consiguió meterse ahí. Siempre tenemos miedo de que se escape porque cuando abrimos la puerta de la calle sale corriendo. Afortunadamente hay otra puerta antiincendios que suele estar cerrada, de manera que es difícil que salga.

Nuestro gatito se ha vuelto imprescindible en la vida de la familia. Cuando entramos por la puerta lo primero que hacemos es buscarlo si no viene a recibirnos. Cuando mi hija vuelve del extranjero le saluda antes que a nadie. No es el típico gato peluche cariñoso. La verdad es que va a lo suyo y sólo se acerca cuando quiere algo pero se hace querer sin necesidad de palabras. Tener un animal en tu vida la enriquece muchísimo. Es una relación que no necesita razonamiento, es puro sentimiento. Creo que todo el mundo debería probarlo y hay tantos animales abandonados. Es una pena.

12 comentarios:

  1. Es cierto todo lo que comentas, he tenido gato muchos años y coincido que van a lo suyo, solo se acercan cuando ellos quieren.
    Son animales que no requieren mucha atención, se habitúan muy bien a estar dentro de la casa
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, nosotros tenemos a Duda nuestra perrina peluda, está mayorina ya, tiene 16 años perrunos y ve poco pero lo necesario, también se ha quedado sorda pero para lo que hay que oir, digamos que oye lo que quiere, se les quiere tantoooo puffffffff, de hecho también tuvimos a Gus, nuestro gato, lleva unos años en el Reino Gatuno de hecho Duda se crió con él y hace cosas de gatos, los animales nos enriquecen tanto de hecho su cariño y su amor hacia nosotros es incondicional, aunque los gatos parece que pasen de nosotros, pero son gatos.

    No consigo entender esa gente que los abandona, pero últimamente no consigo entender tantas y tantas cosas.

    Besines utópicos y algo gatunos, Irma.-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tuve un perro dieciséis años y era como mi hermano yo. Un beso.

      Eliminar
  3. Tú lo has dicho: son relaciones de puro sentimiento. Sé lo que es tener dos perros y morirse de viejitos, y sentir una pena inmensa.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Me gustan mucho los gatos pero a mi marido no, así que no puedo tener un gato en casa pues seguro que tendríamos problemas y eso yo no lo quiero, prefiero quedarme sin gato.Besicos

    ResponderEliminar
  5. Mi gato también es un maestro del escondite. A veces me vuelvo loca buscándolo y de repente aparece por ahí andando y me quedo en plan "¿pero dónde estabas?". Jajajaja. Son la sal de la vida. Yo no concibo mi vida sin animales. Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no quise muchos años pero al final caī. Un beso.

      Eliminar
  6. Hola Susana, yo estoy acostumbrada desde que era un comino a tener mascotas, (lo digo en plural porque es así), siempre las tuve. Me casé, tuve hijos y no cambié. Sé como te sientes y es muy cierto que a los niños se les da una responsabilidad y se les enseña también a compartir. Me gustan, es más, las necesito.
    Te dejo unos besotes.

    ResponderEliminar