Ya he contado alguna vez que cuando era un bebé de seis meses me morí por deshidratación en un viaje a Galicia. Estuve más de media hora sin respirar. De aquello creo recordar que la muerte era un estado muy agradable y yo no quería que me reanimasen, pero lo hicieron. Desde los diez años aproximadamente cada noche yo rezaba por morir. No tanto que quisiera suicidarme y darle ese disgusto a mis padres pero pensaba, con razón, que si tanta gente estupenda moría cada día de la manera más tonta, por qué no podía yo sustituir a alguno de ellos.
Pensaba que mi vida así no tenía sentido. Afortunadamente Dios no me hizo caso o me hubiera perdido lo mejor. Pero cuando dejé de pedir la muerte fue precisamente cuando alguien intentó matarme. Es un tema en el que prefiero no entrar. El caso es que siempre he considerado la muerte como una amiga y, si no fuera por mi marido y mis hijos, no me importaría que me alcanzara. Como buena depresiva no acabo de entender cuál es mi papel en la vida, aparte de ser un peón más en un tablero de ajedrez.
¿Te parece un papel poco importante el haber dado vida?
ResponderEliminarSusana, yo me alegro que estés viva
Besos
Es lo único que tengo claro. Un beso.
EliminarUffff. No sé bien qué comentar porque es muy duro lo que cuentas. No creo que todos tengamos un papel en la vida. Ni siquiera estoy segura de que alguien lo tenga. Vivimos la vida como viene, a veces dando un empujoncito para llegar a donde queremos pero en el fondo todos somos peones. Y date cuenta que el tablero estaría incompleto si no estuvieran todos los peones. Un beso.
ResponderEliminarCuando era pequeña era más o menos feliz con mis libros porque no tenía donde comparar, pero ya a partir de los diez años me dí cuenta de que esa vida no tenía sentido, y si llego a saber lo que esperaba en los diez años siguientes creo que sí que me hubiera quitado de enmedio. Un beso.
EliminarPor iniciativa y recomendación de un amigo he llegado a tu blog, si no te importa me quedo por aquí.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Bienvenida. Un beso.
EliminarLa vida, indudablemente tiene episodios de lo más diversos, pero aún así, ¡Merece la pena vivirla!
ResponderEliminarLuego, como a todos, deja que Dios te la haga larga o corta.
Por lo que sé de tí, yo quiero que salgas de ese bache lo antes posible y disfrutes exprimiendo con tu marido e hijo todo lo que ella nos brinda, con intensidad, perspectivas. e ilusión, eso es lo que nos hace falta. ¿Crees que no me sacudió la vida a mi? Lo hizo y muy fuerte, lo acusé y dí un talonazo y me metí en faena para superarlo todo...y me alegro infinito, muchacha...por si te sirve de algo mi experiencia, querida Susana.
Lo repito, me caes estupendamente, tienes un gran papel en la vida, junto a los tuyos, ni lo dudes.
Enga, ahí te envio un saco de besotes y un estrujón gigante, preciosa.
De mis cincuenta años, veinte estuve viendo la vida pasar y llevo cinco deprimida. el balance no es muy positivo. un beso.
EliminarDespués de la desazón
ResponderEliminarque ahoga el alma,
una brisa se acerca:
La muerte dulce,
siempre dulce despertar
de lo eterno...
Muy dulce y agradable. Un beso.
EliminarEste poema lo escribí hace años. Sobre la muerte pienso igual que usted.
EliminarMuy fuerte lo que cuentas , la vida no es nada fácil y encima con demasiada frecuencia te da un golpe más fuerte que el anterior por ver si nos rendimos pero hay que hacerle frente y seguir adelante pues merece la pena, cada cual tiene su misión aunque desconozcamos cual es y para ser sincera yo nunca supe tampoco la misión que yo tenía pero estoy aquí y ahora me toca cuidar de mi marido enfermo hace ya 4 años ¿Quien me dice a mí que esto no es una misión, mi misión? Me dediqué al voluntariado muchos años y eso me salvó así que si puedes haz lo mismo y verás cómo cambia tu vida.Besicos
ResponderEliminarHe intentado el voluntariado pero tampoco funcionō. Un beso.
EliminarMi querida Susana, sin los peones, la Reina y el Rey del tablero de ajedrez no tendrían una función.
ResponderEliminarTú misma tienes que valora lo que es vivir, pero te digo, morir, vamos a morir todos, VIVAMOS CON INTENSIDAD MIENTRAS.
Un beso preciosa :D
Vivir para mí ha sido un camino de baches inacabables. Un beso.
Eliminaruffff, entiendo tu simpatía con la muerte ya que no tenias los prejuicios de los adultos que le adjudican a la muerte, si la que duele es la vida, la muerte solo llega para abrazarnos y muy suavemente nos lleva a un sitio mejor...
ResponderEliminarAhora me aferro a la vida por mi marido y mis hijos, nada más. Un beso.
EliminarUy, lo de la muerte para mi, son palabras mayores...Le tengo verdadero pánico.
ResponderEliminarYo creo que es por ese miedo a lo desconocido.
Aunque se que la muerte forma parte de la vida y que en cualquier momento me puede tocar, no pienso en ella jamás.
La muerte no es el final, si te sirve de alivio. Un beso.
ResponderEliminarLa vida tiene momentos muy malos pero hay que seguir adelante y tratar de superarlos.
ResponderEliminarNo pierdas nunca la ilusión.
Te mando un abrazo fuerte.
La ilusión la perdí hace mucho. Un beso
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