sábado, 10 de noviembre de 2018

Prosopagnosia

Llamada también ceguera social consiste en la incapacidad de reconocer el rostro de las personas. Sin llegar al nivel de no recordar a tus parientes, yo también tengo algo de eso, puesto que tras seis meses de clases no recuerdo los nombres de mis compañeros y, si los veo fuera de contexto, no sé de qué les conozco. Lo cual resulta muy incómodo. Supongo que es debido a que me faltó oxígeno en el cerebro cuando era niña. Eso también explica mi nulo sentido de orientación. Tanto es así que, si entro sola en el Corte Inglés, luego tengo que preguntar para encontrar la salida.

Es una de las razones por las que no conduzco nunca en Madrid. Me perdería a la vuelta de la esquina. Además luego no sabría encontrar dónde he aparcado el coche. Tampoco puedo seguir un Gps. La causa no es mi edad sino que siempre ha sido así, aunque la verdad es que no le daba demasiada importancia. Lo tenía asumido. Pero naturalmente limita mucho mi vida social. Afortunadamente mi marido sabe que tiene que llevarme y traerme como si fuera una niña pequeña. El otro día mi hija me pidió que la recogiera del aeropuerto y sintiéndolo mucho le tuve que decir que era incapaz.

10 comentarios:

  1. Parece un tema importante, espero que te afecte menos de lo que parece. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Incluso no relaciono los blogs con la persona que lo escribe. Un beso

      Eliminar
  2. A mí eso me sucede, Susana. Pero no con todas las personas. Hay ciertos rostros "estándar" que no logro registrar y muy a menudo cometo errores. Te comprendo bien.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ayer mismo no saludé a alguien a quien conocía. Un beso

      Eliminar
  3. Hay personas que tienen el sentido de la orientación nulo, yo misma, siempre que salgo de un sitio lo hago en dirección contraria.
    En cuanto a la cara y nombres, a mi no me pasa, pero a mi marido muy a menudo, habla con alguien y luego se pregunta quién es y de qué le conoce. Tremendo despiste.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Problemas de este tipo también los tengo, y mucha gente que conozco,Yo tuve que dejar de conducir porque me sentía muy insegura al volante. Tienes la suerte de que tu marido te ayuda, es todo un lujazo.Besicos

    ResponderEliminar
  5. Tener una larga conversación con alguién que parece recordarme mucho y no tener idea de quién es, si me ha pasado. Pero no lo que tú dices.
    Un saludo.

    ResponderEliminar