lunes, 8 de octubre de 2018

La muerte

Fui una hija del Ogino, es decir que mis padres no me esperaban. Para colmo mi abuela materna murió al poco de nacer yo, así que mi madre estaba deprimida. Con eso, y las costumbres de la época, me tocaba pasar todo el día sola en una cuna sin apenas atención. Ya sé que no debería acordarme pero recuerdo la sensación de soledad e indefensión. Entonces llegó el verano y mis padres hicieron su habitual viaje a Galicia. Durante el camino yo aproveché para morirme. Ahora dicen que los bebés pueden dejar de respirar voluntariamente. Yo puedo atestiguarlo. Fui ralentizando mi respiración hasta que no respiré más. Recuerdo que estando muerta era consciente y me encontraba muy a gusto, con lo cual fue una faena que mi madre se diera cuenta y me sacudiera haciéndome respirar.

Camino del hospital morí otro par de veces, una por media hora y finalmente me resucitaron. Me esperaban todavía diez años de falta de atención y apego. Mi padre viajaba mucho y mi madre estaba siempre ocupada con la casa y sus otros hijos, especialmente mi hermana. Yo tampoco ayudaba mucho porque era una niña muy introvertida. Al poco tiempo empecé a rezar por mi muerte. La idea me resultaba atractiva. Sólo lo hubiera sentido por mis seres queridos. Cuando dejé de pedirlo alguien intentó matarme.  Como dice más o menos la canción: soy amiga de la muerte.

22 comentarios:

  1. Vaya relato mas triste. encoge el corazón leerte, espero que tengas superados esos años. Un abrazo

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  2. Triste, demasiaado triste...desde la infincia más tierna. Confío en que ya lo tengas superado, todo, así lo espeero, querida Susana.

    Besos.

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  3. Terrible lo que cuentas........tengo también una experiencia de infancia y juventud muy dura pero mejor tratar de olvidar. Hay personas que nacen con estrella y otras estrelladas, creo que pertenecemos a estas segundas.......Besicos

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    1. Al menos mi madre me compensó. De los quince a los veinte años estuvimos muy unidas. Un beso

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  4. Mira que he visto cosas.. pero qu un bebé quiera morirse ni se Me ha pasado por la cabeza. Ya cosa s sentiré sola y otra querer desaparecer.
    Susana vive la vida por favor, vive el presente.

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    1. Es sabido que los bebés sin cariño a menudo se mueren. Un beso

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    2. Parece ser que un científico sin escrúpulos hizo la prueba y lo demostró.

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  5. Esta que cuentas ya lo hiciste en otra entrada quizá sea la misma pero yo te quiero viva. De muerta solo podría ponerme en contacto contigo por medio de la oración o los fenómenos paranormales...

    Tu olvídate de la muerte y centrate en tu vida cotidiana sobre como podrías mejorar o qué podrías aportar a tu familia y amigos.

    No sé si sabrás que los muertos huelen fatal y tu eres persona de perfumenes y buenos sentimientos...deja a los muertos en paz.

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  6. Yo ya no busco la muerte pero la tengo muy presente. Un beso

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  7. Qué fuerte, Susana. Me conmovió mucho leerlo. Yo te quiero viva y siempre entre los terrenos de la felicidad. Alegre o triste, pero siempre dentro de la felicidad.
    Un abrazo grande de anís.

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    1. Gracias. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Un beso

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    2. Creo que el tiempo ha hecho un gran trabajo en tu persona. Y lo celebro con creces.
      Besos de anís a granel
      *Los Besos de anís, a mi me traen a la mente unos caramelos que compraba de niña sueltos, en la tienda de la esquina. un veinte o 50 centavos de anises... uh, eso me rendía para toda la tarde, jajaja. Y hoy me produce una sensación muy agradable. Me siento a acogida y automimada con la imagen. No sé si aún existan esos dulces.

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  8. Me has dejado con el aire detenido en el pecho. Yo no tengo ningún recuerdo de cuando bebé, pero en mi caso creo que fue justo al contrario. Según me contaron nací pitufa, azul y sin aire. Pero me dieron de cachetadas la que no veas y me agarré con fuerza a la vida. También te digo que en mi caso si fui una niña muy querida.
    Lo importante ahora supongo que es que estás aquí, estás viva, por algo será, quizás por tu propia familia, y desde luego, por tí misma.
    ¡Besos! :D

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    1. Siempre me he preguntado por qué salí adelante. Un beso

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  9. Triste relato, espero que la vida te haya compensado con creces.
    Besos.

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  10. Susana realmente lo que nos cuentas te ha dejado una cicatriz en el alma, creo que las personas que hemos sido heridas de alguna forma de pequeñas, nos entendemos bien. Sabemos que aprendemos a salir adelante y que tenemos una vida mejor que la que recordamos, pero a veces esa sombra aparece y ya no queremos ignorarla, pues nos explica muchas cosas de nosotras, de como somos y de quien somos.

    Le mando desde aquí un abrazo muy grande a la niña que fuiste, que sigue ahí dentro de ti. Es la que hace que tus plantas se pongan hermosas, porque sabe como cuidar lo que se ama, precisamente porque no la supieron amar a ella.

    Seguro eres una persona con una gran sensibilidad y empatía, tan necesaria en este mundo, por eso estás aquí preciosa. Por eso sobreviviste. Porque se necesitan más personas como tú.

    Besos llenos de cariño y comprensión.

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    1. Lo que me dices es precioso. Me gustarìa merecerlo. Un beso

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  11. Muy triste lo que cuentas Susana. Mis recuerdos son felices... pero siempre queda algo. Besitos.

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