Este dicho tiene mucho fondo porque es cierto que, al pasar cierto límite, todo da igual. Por ejemplo, quien roba ocho veces, ya puede robar ochenta, o mentir, o incluso matar en una guerra, pasados los ocho primeros uno más o uno menos no cuenta. Eso lo hemos visto tristemente en España al derogar la doctrina Parot porque resulta que cuesta lo mismo un asesinato que varios, e igualmente una violación que varias, porque no se suman las condenas. Es uno de los casos de injusticia más evidente que se conocen en la historia moderna.
En temas más leves, después de engordar ocho kilos ya te da igual llegar a ochenta. Yo conocía a una mujer que lo hizo, claro que tenía un problema endocrino. Antes nos conformábamos con ir al pueblo a ocho kilómetros y ahora queremos ochenta o mejor ochocientos. Por no hablar de los que se empeñan en subir los ochomiles que son las montañas más altas del mundo, para luego acabar en un porcentaje muy alto sin conseguirlo porque mueren en el intento; y no les valía un monte cualquiera. Es que hemos perdido la proporción y la medida de las cosas.
Tienes razón. Hemos perdido la medida de las cosas. La primera vez es la más trabajo cuesta, pero una vez que se empieza...¿pues eso, que lo mismo da ocho que ochenta!
ResponderEliminarFeliz día, Susana.
Es una locura. Un beso
EliminarAsí es en muchos casos da igual ocho que ochenta. Ahora que no estoy tan seguro que sea igual engordar ocho que ochenta.
ResponderEliminarAbrazo.
Ni subir los ochomiles. Un beso
EliminarPues este dicho no lo conocía, siempre he usado el : "siempre queremos más" de la famosa canción..Besicos
ResponderEliminarCreo que lo oía de pequeña. Un beso
EliminarCreo que si, que ya todo nos da igual, no valoramos ni las medidas ni el dinero. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre lo he dicho y siempre lo diré, somos inconformistas, nunca tenemos suficiente para suerte o desgracia.
ResponderEliminarUn saludo.
Es así. No hay medida.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarYo este lo uso mucho, especialmente cuando tengo junta de vecinos y nadie quiere arreglar nada y les da igual un problema, que dos que tres.
Muy feliz semana.
Tienes razón.
ResponderEliminarLas personas somos inconformistas por naturaleza.
Yo me rebelo ante lo que pasa...
ResponderEliminarSe rompió lo establecido, la pérdida de valores es galopante...
Un beso.
Entiendo lo que dices, y sigo sintiendo que no da lo mismo ocho que ochenta, para según qué cosas. El ejemplo de los kilos de más es ilustrativo: sin duda prefiero tener ocho kilos de más que ochenta, jajaja.
ResponderEliminarBeso
Muchas gracias por vuestras opiniones. Besos
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