Cuando era pequeña era una niña muy dulce, cosa que no me sirvió de nada puesto que en el colegio sufrí bulling mucho antes de que existiera esa palabra y se le diera alguna importancia. Entonces le llamaban cosas de niños. Sin embargo, aprendí pronto a defenderme, primero por la fuerza y luego por la palabra. Me volví sarcástica y algo cáustica hasta que ya no se atrevían a meterse conmigo. Entonces pasé de ser la dulce a la antisocial. Tal vez preferirían que me hubiera tirado por el balcón, cosa que también se me pasó por la cabeza.
El caso es que ya no tengo remedio porque he perdido mi fe en la humanidad. Eso que algunos llaman misericordia yo le llamo complicidad. Ya lo dijo Jesucristo: el que no está conmigo está contra mí, el que no siembra conmigo desparrama. Yo le aconsejaría a todo el mundo que lea el Nuevo Testamento, incluso aunque sean ateos o agnósticos. Sus palabras son tan vigentes hoy como hace dos mil años. Y supongo que incluso Jack el destripador tenía un lado bueno. Tal vez era un padre ejemplar. Pero eso no le exime de sus crímenes. Perdonad que sea tan escéptica.
Si, yo también creo que todos tenemos un lado bueno, hasta los que son capaces de cometer asesinatos horribles. La cuestión es comprobar la cantidad de maldad o bondad que se tiene, de qué calidad es cada uno y qué es lo que pesa más a la hora de actuar o de sentir. Un beso.
ResponderEliminarLo que yo digo es que tener algo bueno no justifica el resto. Un beso
EliminarEl bullying es otra palabreja traída del mas allá, aqui la empezamos a oír hace unos años. El acoso ha existido siempre, aunque no le daban la importancia que tiene.
ResponderEliminarNo tengo muy claro que Jack el destripador tuviera un lado bueno.
Un abrazo.
Yo tampoco pero doy el beneficio de la duda. Un beso
EliminarLa bondad y la maldad están bastante unidas, hay que saber sacar provecho de lo bueno y apartar siempre lo malo.Besicos
ResponderEliminarPero algunos siempre vamos de víctimas. Un beso
EliminarDejando el escepticismo de lado se tenga o no, la primera persona a quién se debe de tener misericordia es con nosotros mismos; querernos y mimarnos con el corazón en la mano ( sin tenerlo creido)...que luego y no lo discuto mucha gente da un poco de repelus pero, cuando encontramos a alguien de verdad, que ese alguien no pase de largo a nuestros ojos ciegos. Debemos ser lo mas mínimo escepticos con nosotros mismos y ofrecer siempre pero que nadie mine nuestro corazón porque nos engañariamos a nosotros mismos echando la culpa a causas del exterior.
ResponderEliminarEs difícil encontrar gente que valga la pena. Un beso
EliminarTodos tenemos un lado bueno, no se puede ser malo al cien por cien, y sino como decía aquel malvado, todos podemos servir de ejemplo, yo de ejemplo que no hay que ser como yo soy. Un abrazo
ResponderEliminarTú no eres un mal ejemplo. Un beso
EliminarEn desacuerdo contigo. No todos los seres hunanos son malos. Hay gente maravillosa. El escepticismo es darse por vencidos antes de siquiera, empezar la batalla.
ResponderEliminarUn abrazo largo.
No todos, por supuesto, pero muchos sí. Un beso
EliminarBueno, Susana, a veces, pasamos por un bache que nos afecta mucho, pero una vez lo superes, volverás a ver a buena gente. Te entiendo, hay gente indigna, pero la evitas siempre que puedas y te quedas con las buenas.
ResponderEliminarUn beso.
Hay gente que no se quiere salvar por más que te empeñes. Un beso
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