Estos posts los escribí durante las navidades y, como podéis ver, no ha sido un tiempo memorable.
Después de cinco años viendo morirse a mis padres lentamente día a día y semana a semana, envidio a los que se mueren de repente o en pocos días, aunque sea más duro para sus seres queridos. Mi copa de la felicidad me temo que está agotada tras esta experiencia, que se suma a múltiples sacrificios y decepciones a lo largo de mi vida. Cuando echo la vista atrás no hay década de que no me traiga recuerdos dulces y amargos a partes iguales. De manera que sigo pensando que mi supervivencia fue un error de los que llevan los ingresos allí arriba.
He pensado mucho en el sentido de la vida y creo que debe ser poner el lavaplatos, porque es la actividad más habitual que he tenido desde que era muy pequeña hasta ahora. Claro que siempre es peor tener que lavar la vajilla a mano. En cierto modo soy afortunada de haber tenido la máquina. Pasarán los años y mis hijos se irán de casa, pero no hay problema mientras siga teniendo un lavaplatos. Por lo menos sé que él siempre me escucha y es sincero. No podría ser de otro modo. Eso sí que es una amistad para toda la vida.
Puedo ser feliz y lo soy, la mia es una mirada a la vida optimista, tambien he sufrido y he llorado pero siempre tengo cosas que agradecer. ¡¡Ánimo!!
ResponderEliminarOjalá consiga alcanzar ese estado. Un beso
EliminarEmpezamos bien el año con optimismo...😞 todos hemos tenido malos y buenos ratos, Susana, a veces nos hundimos y tantas otras nos levantamos. Los hijos nos valoran más que el lavaplatos cuando se van de casa.
ResponderEliminarEso espero. Un beso
EliminarLos lavaplatos también se rompen y hay que cambiarlos.....la vida da golpes durísimos que hay que aceptar y tragarse las lágrimas que nos impiden sseguir adelante. Mi vida nunca ha sido un camino de rosas, he tenido que afrontar pruebas durísimas y sigo afrontando algo que me hace más fuerte a pesar de mi debilidad cómo persona.....te animo a seguir adelante con optimismo.Besicos
ResponderEliminarTienes mucho mérito. Un beso
EliminarHago mío este relato,ser feliz solo depende de nosotros.Todos hemos sufrido y seguimos sufriendo, la vida tiene esas dos caras.
ResponderEliminarUn abrazo con los mejores deseos amiga
Pero a algunos nunca nos toca la gloria. Un beso
EliminarEn la vida hay picos pero, por lo general, a estas alturas, las cosas nos las tomamos con mayor y mejor filosofía, Sí, soy aceptablemente feliz y procuro "contagiar" a mi alrededor.
ResponderEliminarTe deseo bienestar, querida Susana.
Besos.
Se me acabó la filosofía. Un beso
EliminarSí, yo hace tiempo pasé por lo de mis padres, es un calvario, se llevaron padeciendo largo tiempo y sin esperanzas de vida, te comprendo ¡Es el destino que tenemos! Ojalá yo me muera de otro infarto y no haga padecer a los míos! Lo malo, es que no podemos escoger.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Lo normal me temo que es padecer. Un beso
EliminarHola Susana. La vida nos trae cosas buenas y malas, es así. Mi vida tiene muchos sentidos y el lavaplatos no forma parte de ellos. En mi caso la vida me ha tratado bien, aunque me dado algunos golpes, también me ha ayudado a levantarme. Mi hija ya se ha ido de casa, pero seguimos muy unidas. Mi hijo ya se está haciendo mayor, pero me sigue abrazando cada día. Si siento que mi vida tiene sentido en cada alegría junto a ellos o en soledad, que yo cojo un libro y soy más feliz que una perdiz.
ResponderEliminarAnimo y muchos besos amiga :D
Yo a veces soy poco mąs que la chacha. Un beso
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